Aunque cantaron las mismas canciones y compartieron coreografías y estilismos, Santos Blanco y Frank Romero no coincidieron nunca sobre el escenario, pero la fatalidad los ha unido ahora en el obituario. La coincidencia de la muerte de dos antiguos miembros de Locomía a la misma edad -46 años- en menos de un mes -Blanco, el 15 de junio; Romero, este pasado lunes- ha conmovido a la vasta e intergeneracional legión de fans de una banda que lleva 34 años haciendo apostolado del hedonismo, la fiesta y el desmelene abanico en mano.

«Parece una maldición, estamos desconcertados, lo hemos sentido muchísimo. Esto demuestra que hay que disfrutar de la vida, porque no sabemos lo que va a durar», apunta Ricky Arenas, componente de la actual formación, que dedicó a Blanco su actuación en las fiestas del Orgullo de Madrid y tiene previsto honrar a Romero en el festival Efectiviwonder, 80’s & 90’s Party de Quintanar de la Orden (Toledo).

Salvo accidente, no es habitual que dos integrantes de una misma banda fallezcan tan jóvenes y tan cerca en el tiempo, ni siquiera en un caso como Locomía, por donde ha desfilado una quincena de artistas en las cuatro formaciones que ha conocido desde su nacimiento en 1984.

HISTORIA ENREVESADA / Hace falta un mapa para no perderse en la historia y la orla de un combo fundado a mediados de los 80 por los estudiantes de moda Manuel Arjona, Gard Passchier y los hermanos Xavier y Luis Font para ambientar las fiestas de la discoteca Ku de Ibiza. Su look glam pasado de vueltas y su festival de abanicos coreografiados llamaron pronto la atención y en 1989, después de que Carlos Armas y Juan Antonio Fuentes reemplazaran a Passchier y Luis Font, se atrevieron a lanzar su primer disco. Dos años más tarde, Santos Blanco tomó el relevo de Fuentes para participar en una gira en Latinoamérica, donde cuentan con multitud de seguidores. Aquel combinado se deshizo en 1992, pero ese mismo año el mánager reunió a Antonio Albella, Pablo Robledo, Luis Font y Frank Romero para dar continuidad a la marca, aunque esta vez ni sus canciones ni su nuevo atuendo, de marcado acento medieval, contaron con el gusto del público.

«Curiosamente, los dos fallecidos fueron los más espirituales de Locomía», advierte Ricky Arenas. A Santos Blanco lo hallaron muerto por causas naturales en un albergue religioso de Asturias, donde se había retirado. Por su parte, Frank Romero, que ha tenido una dilatada carrera como actor, bailarín y presentador, seguía una estricta dieta macrobiótica que no le ha librado de sufrir una encefalitis bacteriana, una rara dolencia parecida a la meningitis, que ha acabado con su vida.