Tras dos años viviendo en el palacio Ramallete del siglo XIX, en el barrio alto de Lapa de Lisboa, Madonna ha decidido marcharse de esta residencia de 12 habitaciones. Según la revista portuguesa Vidas, la estrella no ha renovado el contrato de alquiler con opción a compra.

La publicación afirma también que dentro de unas semanas, la intérprete abandonará su domicilio para trasladarse a un hotel de lujo de la capital portuguesa. Y el próximo septiembre tiene previsto regresar a Estados Unidos.

De acuerdo con fuentes próximas al entorno de la cantante, citadas por varios medios locales, siempre tuvo claro que su estancia en Portugal era temporal.

En todo caso, el país de los fados ha influido en gran medida en el trabajo de la diva, pues su nuevo disco, que se titulará Magic, incorpora colaboraciones con músicos locales como Dino D’Santiago, Kimi Djabaté y Ricardo Toscano.

La razón por la que Madonna decidió trasladarse a Lisboa en el 2017 fue que su hijo adoptivo de 11 años, David Banda, había fichado por la academia de fútbol del Benfica, el equipo de la ciudad.