No habrá damas de negro llorando su pérdida. Ni circo mediático. Karld Lagerfeld tenía hasta pensado un final sin homenajes. Así lo ha confirmado un portavoz de la casa Chanel a la agencia de noticias France Presse. "Sus deseos serán respetados", han asegurado.

El llamado káiser de la moda había indicado varias veces en entrevistas que quería ser incinerado. Así que sus cenizas se unirán a las de su madre y a una parte de las de Jacques de Bascher, el dandi que fue el gran amor de su vida, hasta que murió de sida en 1989. La otra mitad de las cenizas será entregada a la familia de Bascher en una urna creada especialmente para ello, tal y como ha recogido el diario francés 'Le Monde'. Estas cenizas "están un un lugar secreto", reveló Karl Lagerfeld a Marie Ottavi en la biografía 'Jacques de Bascher, dandy en la sombra', publicada en 2017. "Un día se les añadirán las mías", confesó.

En una de sus últimas entrevistas, en abril de 2018, afirmaba: "He pedido que me incineren y que dispersen mis cenizas con las de mi madre... y con las de Choupette, si muere antes que yo", decía en referencia a su célebre gata. El último de los gigantes de la alta costura, que estuvo al frente de Chanel 35 años, justificaba su rechazo a ser enterrado, en 2015, en un programa de la televisión francesa: "Me parece horrible. Sólo quiero desaparecer, como los animales en la selva virgen. Es horrible cargar a la gente con sus restos".

Aunque aborrecía la simple idea de los homenajes, los mensajes honrando su memoria se multiplican en todo el mundo. En Londres se ha guardado hoy un minuto de silencio. Y lo mismo ocurrirá mañana en Milán, donde se presenta su última colección para Fendi.