Kim Kardashian cumplió 40 años hace unos días y, como esta gente tiene de todo, no le debió de ser fácil a su marido, el rapero Kanye West, dar con un regalo de impacto. Pero el músico se ha sacado un golpe de ingenio de la chistera (el precio no importa, será por dinero) y el obsequio ha sido un éxito, a juicio de su esposa: un holograma del difunto padre de la 'celebrity' que le dirige cariñosas palabras. Ella y sus hermanas han expresado su emoción, para el resto del mundo quizá sea mucho más inquietante.

"Kanye me ha traído una sorpresa especial del cielo. Un holograma de mi padre. ¡Es tan realista! Lo hemos visto una y otra vez, superemocionados", ha tuiteado la estrella de los 'realities'. "Muchas gracias por este recuerdo que durará toda la vida. Aquí hay una vista más cercana para ver el increíble detalle", añade en otro mensaje, en el que se ve a Robert Kardashian, fallecido de un cáncer de esófago en julio del 2003, dirigiéndose a Kim y el resto de la familia por arte del birlibirloque tecnológico.

"¡Feliz cumpleaños, Kimberly!", saluda el holograma, una imagen tridimensional creada con láser. "¡Mírate! Tienes 40 años, eres una adulta. Tan hermosa como cuando eras pequeña", añade el Robert Kardashian virtual. El real fue un abogado de Los Ángeles que saltó a la fama como miembro del equipo legal que consiguió la inverosímil absolución de la estrella de fútbol americano O.J. Simpson, juzgado por doble asesinato (de su esposa y su amante) en 1995.

El viaje a Tahití y la crítica de Peter Frampton

El clip del holograma se reprodujo durante unas polémicas vacaciones de Kim, parte de su familia y amigos en Tahití, hasta donde llegaron en un avión privado para celebrar el 40ª cumpleaños sin atender a las recomendaciones de limitar los viajes en plena pandemia. "Antes del Covid, no creo que ninguno de nosotros apreciara realmente el lujo de poder viajar y estar junto a familiares y amigos en un ambiente seguro", escribió junto a varias fotos. "Pudimos fingir que las cosas eran normales durante un tiempo".

Según varias fuentes (E!, TMZ), Kim Kardashian llevó a sus hermanas Khloe, Kourtney y Kendall Jenner de Los Ángeles a Tahití en un Boeing 777. Allí se reunieron con Kanye West en un operativo que ha costado un millón de dólares. “Bailamos, fuimos en bicicleta, nadamos cerca de las ballenas, hicimos kayak, vimos una película en la playa y muchas otras cosas. Me doy cuenta de que para la mayoría de la gente esto es algo inaccesible. En momentos como este puedo percibir hasta qué punto tengo una vida privilegiada", admite la estrella.

Las lujosas celebraciones han sido muy criticadas en las redes. Muchos internautas las consideran particularmente inapropiadas y poco delicadas en estos tiempos de crisis sanitaria y económica. "La gente se despide por teléfono de sus seres queridos que se mueren solos en el hospital. Pero es bueno publicar este viaje genial en las redes sociales mientras el mundo está sufriendo", replicó un usuario, saludado por más de 11.000 'me gusta'.

"¿Eres tan insensible que no te das cuenta de que la mayoría no quiere escuchar nada de esto durante el peor aumento de cifras del covid? La gente va al banco de alimentos, no a las islas privadas", tuiteó el veterano rockero británico Peter Frampton. Pero, como hay de todo, el álbum del viaje obtuvo casi cuatro millones de 'me gusta' en Instagram en seis horas.