A los 75 años, Julio Iglesias puede ser padre por novena vez la semana que viene. Así lo espera Javier Sánchez-Santos, que tras casi 30 años en los juzgados se convertirá en un nuevo vástago del artista, si el titular del juzgado de Instrucción 13 de Valencia estima los argumentos que esgrimió ayer su abogado en un juicio que quedó visto para sentencia y que ha repetido el que se celebró en 1991, que en una primera instancia reconoció la paternidad del cantante pero luego la retiró al entender que su negativa a hacerse una prueba para confirmarla no suponía por sí misma una aceptación de la misma.

«Tanto yo como mi madre fuimos víctimas de un error de forma por el Estado, esperemos que esta vez se haga justicia y se centren en el fondo», señaló Sánchez-Santos ayer al entrar al juzgado. Y el principal argumento que esgrime es esa reiterada negativa del cantante a hacerse la prueba de ADN, una razón a la que se habría unido la Fiscalía y que les hace pensar que puede haber una sentencia estimatoria en apenas unos días.

«Este juzgado es muy rápido, esperamos la sentencia antes del 9 de julio. Sería una catástrofe que no saliese favorable a nuestros intereses, pero si fuese así lo recurríamos. Igual que previsiblemente hará la parte contraria, seguramente llegaremos al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, a no ser que Julio Iglesias se rinda, pero estamos contentos con el juicio», explicó Fernando Osuna, abogado de Sánchez-Santos a la salida de la vista.

Ambas partes tienen claro que la decisión, cuando llegue, será provisional, pues el que pierda recurrirá a la Audiencia Provincial y que el caso acabará en el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo. En esta segunda instancia, y si este escalón judicial corrobora la tesis y sigue adelante el proceso, es cuando Iglesias aceptaría hacerse la prueba, según dijo su abogado.

Pero el abogado defensor de Julio Iglesias, el castellonense Fernando Falomir, mantiene que se trata de «cosa juzgada», ya que hubo otras reclamaciones anteriores efectuadas por la madre que no fructificaron, y confía en que aunque haya una sentencia estimatoria en pocos días, quede anulada después siguiendo este criterio. Falomir insistió en que «en cuanto se pronuncie la Audiencia Provincial», Iglesias aceptará someterse a la prueba.

Por su parte, el optimismo del demandante y los suyos a la salida del juicio estaba basado principalmente en el apoyo de la Fiscalía a la tesis de que la negativa de Iglesias a esa prueba supone un reconocimiento implícito. Entre los indicios que presentaron fue que nueve meses después de que Maria Edite Santos e Iglesias coincidieran en San Feliu de Guíxols (Gerona) nació Javier en abril de 1976. «El parecido físico es enorme y existe una negativa injustificada a hacerse la prueba de ADN, queriendo reventar el proceso», señaló el letrado. «Además, se ha probado que Javier no es hijo del que fue marido de María Edite», apuntó Osuna, que recordó que no se ha aceptado una prueba de ADN de Julio José Iglesias, el primogénito del cantante.

«El juez la ha invalidado aunque hay sentencias del Constitucional que dicen que se puede tomar una muestra de ADN sin autorización judicial y sin consentimiento en determinadas circunstancias que entendemos que concurren ahora», agregó. Aquella muestra de ADN daba un 96,8% de coincidencia con Julio José Iglesias.