Después de 25 años juntos, Joaquín Sabina y Jimena Coronado han dado el paso. La pareja se ha casado en secreto este lunes por la mañana en el juzgado de la calle Pradillo de Madrid junto al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y Joan Manuel Serrat, grandes amigos de la pareja, según ha adelantado 'El País'.

El intérprete lucía un traje azul, sombrero de paja y zapatillas de deporte. La novia, por su parte, compartía el 'look' informal y también llevaba un vestido azul con sandalias planas. Ambos, eso sí, protegidos por las ya imprescindibles mascarillas.

Los últimos meses han sido complicados para Sabina, que tuvo que ser intervenido después de sufrir una caída desde el escenario durante un concierto en Madrid, y tras un confinamiento en el que su salud le exigía extremar las precauciones.

Doblé la cerviz y en verso...

Fue en noviembre pasado cuando Serrat revelaba que su amigo le había pedido matrimonio a su pareja. El cantautor desveló el 'secreto' en el programa argentino 'Teleshow', donde acudió con Joaquín. Cuando la presentadora le preguntó por el último momento en el que había sentido una gran alegría, el catalán respondió: "Cuando le pidió casarse a Jimena, pues lo vi, se arrodilló y le regaló un anillo... fue tan hermoso". Sabina, sin ocultar su emoción, confirmó que las palabras de su amigo eran ciertas y que Jimena "se lo merecía". "Sí, sí... Yo tengo 70 años, el día que la Jime cumplió 50, doblé la cerviz y en verso...", explicó entre risas.

La pareja se conoció en 1999 durante una entrevista en una habitación del Hotel Sheraton de Lima. Él acudía como entrevistado y ella como reportera gráfica. Desde entonces la pareja no se ha separado. Ambos viven en Madrid, donde el cantante jienense ha estado convaleciente tras la caída sufrida en un concierto en Madrid.

Para Sabina es su segundo matrimonio después de darse el «sí, quiero» con Isabel Oliart, hija del exministro de Industria de UCD Alberto Oliart. Fruto de aquella relación nacieron sus hijas: Carmela y Rocío.