Casi 30 años después de perder la primera batalla para que Julio Iglesias se sometiera a una prueba para verificar si es su padre biológico, el valenciano Javier Sánchez vuelve a la carga dispuesto a llegar hasta el final, que en este caso sería el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo. Lo hace respaldado por el despacho de abogados que logró que El Cordobés tuviera que reconocer a su hijo y, sobre todo, con una prueba de ADN que, según dice, es “irrefutable” y que ha conseguido "el mejor equipo de detectives del país".

Sánchez tiene la esperanza de que. si el cantante se vuelve a negar a que se cotejen sus genes como hizo la primera vez, el juez obligue a exhumar el cadáver de su padre, el doctor Julio Iglesias Puga, conocido como 'Papuchi', para poder comparar las muestras. El magistrado podría requerir que el cantante o sus familiares se hicieran la prueba aunque todos ellos podrían negarse pero, según Fernando Osuna, el abogado de Santos, si decide que se utilicen para comparar los restos del padre de Iglesias nadie podría frenarlo.

Pero, en su comparecencia a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Valencia, Javier Sánchez también le tendió la mano al que asegura que es su padre. “Tengo un mensaje para Julio. No le guardo ningún rencor, soy una persona con capacidad para perdonar y todavía hay tiempo para poder rectificar esta mentira. Ya tenemos la prueba y es el momento de que dé un paso adelante”, apuntó. Antes le había recordado que la prueba de ADN ha dado un resultado concluyente. “El 99’9%. Eso indica que Julio Iglesias es mi padre biológico y que mi madre en todo momento dijo la verdad”, destacó.

La portuguesa María Santos siempre ha defendido que cuando tenía 20 años y trabajaba de bailarina tuvo relaciones con Iglesias durante una semana, y que fruto de esos encuentros nació su hijo. Según explicó Javier, fue ella la que le animó a volver a intentar reabrir el proceso al ver el éxito que había tenido Manuel Díaz ‘El Cordobés’. “Estuve dándole vueltas unos días y ser yo que el debía buscar las pruebas para intentar reabrir el caso me animó a llevarlo adelante”, explicó. Su abogado no quiso desvelar de quién es la muestra que han obtenido. “Es del entorno familiar no puedo decir si es de Julio Iglesias, de algún hermano o de algún hijo”, señaló, antes de recordar que tanto el detective como el laboratorio están “bajo juramento” e irían a la cárcel si hubieran mentido o falseado a la verdad.

En cualquier caso, su cliente dejó caer que se guardan alguna carta más en la manga. “Hay muchas sorpresas todavía por salir”, afirmó. Sus defensores creen que pasarán al menos cuatro o cinco años hasta llegar a la última instancia, pero si les dan la razón su cliente pasaría a tener los mismos derechos que el resto de hijos de Iglesias. Para reforzar su campaña han pedido una audiencia al Papa, han pedido amparo al Defensor del Pueblo y han puesto en marcha una recogida de firmes para que se flexibilicen las leyes en este tipo de situaciones.

EL PRINCIPAL OBSTÁCULO JUDICIAL

Eso sí, deberán lograr que un juzgado reabre un caso ya sentenciado, algo que su letrado sabe que no es fácil. “Tenemos muy presente lo que se llama la ‘cosa juzgada’ y que un juicio no puede reabrirse caprichosamente, pero en este tipo de procesos lo que importante es la prueba de ADN y como la hemos conseguido y el resultado ha sido tan alto eso ha hecho que presentemos de nuevo la demanda”, señaló.

Además, deslizó que los tribunales, y especialmente el de Estrasburgo, dan mucha “importancia” a la “verdad científica y material”. “En casos excepcionales como este se podría eludir lo que se llama la seguridad jurídica y la cosa juzgada en beneficio de averiguar la verdad científica”, señaló. Sánchez pidió a los tribunales que se centren “más en el fondo que en la forma”.