Desde su derrota en las elecciones de noviembre de 2016, Hillary Clinton solo se ha dejado ver en contados actos públicos y esporádicas conversaciones con la prensa. En gran medida, ha estado desaparecida. Su partido la considera un capítulo cerrado, una histórica oportunidad perdida a la que no conviene dar más vueltas porque la ex secretaria de Estado es un símbolo del pasado. Y en la calle, sigue devaluándose su prestigio. Su índice de aprobación está en el 30%, según una encuesta reciente de la cadena 'NBC News', la cifra más baja de su carrera política.

Nada de eso le ha impedido, sin embargo, contar su versión de la derrota contra Donald Trump. En sus nuevas memorias, que salen a la venta este martes 12 de septiembre, Hillary asume culpas, pero también descarga excusas disparando contra sus rivales. También afronta temas personales, como los vaivenes de su relación con su marido Bill Clinton.

TRUMP, UNA "MARIONETA" DE PUTIN

"Vuelvo a pensar en mis propios defectos y en los errores que cometimos. Y me responsabilizo de todos ellos. Puedes echar la culpa a los datos, culpar lo que quieras, pero yo fui la candidata. Fue mi campaña y fueron mis decisiones", explica en el libro, publicado por Simon & Shuster bajo el título ‘What happened?’ (Qué sucedió).

La editorial lo ha presentado como un relato muy personal y honesto, que puede leerse también como la "crónica de una advertencia" sobre la interferencia rusa en las elecciones. "En el pasado, por motivos que ya he explicado, sentí a menudo que debía ser cautelosa en público, como si caminara sobre una cuerda sin tener una red abajo", escribe en el prólogo. "Ahora estoy bajando la guardia".

Los medios estadounidenses han publicado estos días varios extractos. En ellos, Clinton, describe a Trump como "una marioneta" de Putin y reflexiona sobre las diferencias en las campañas que ambos protagonizaron. "Yo hice una campaña tradicional, con políticas muy meditadas y coaliciones forjadas con esfuerzo, mientras Trump desplegó un 'reality show' que se dedicó premeditadamente y sin descanso a avivar la rabia y el resentimiento de los estadounidenses".

Clinton se queja del tratamiento que recibió por parte de la prensa a la controversia de sus emails, particularmente el New York Times. Reconoce que su decisión de utilizar un servidor privado para almacenar los correos que recibió durante su etapa en el Departamento de Estado fue "una tontería". Y quita hierro a los discursos pagados que dio para entidades financieras como Goldman Sachs, aunque admite que contribuyeron a crear una mala impresión de ella.

A su principal rival en las primarias demócratas, el socialista Bernie Sanders, lo acusa de haber provocado "un daño duradero" a su campaña. Sus ataques "hicieron más difícil que pudiéramos unir a los progresistas de cara a las generales y allanaron el camino para el ‘Hillary deshonesta’ de Trump". Clinton sostiene que había pocas diferencias en sus programas, por lo que Sanders "tuvo que recurrir a las insinuaciones y a impugnar mi carácter".

"TODO BOCA ABAJO"

En los meses transcurridos desde su derrota, Clinton ha culpado del desaguisado a James Comey, quien fuera por entonces jefe del FBI, el hombre que ordenó reabrir la investigación sobre sus emails a solo unos días de las elecciones. Y también a Rusia. En el libro vuelve a insistir. Las decisiones de Comey contribuyeron a ensuciar su reputación y "lo pusieron todo boca abajo".

Respecto a Rusia, se pregunta qué hubiera pasado si el expresidente Barack Obama hubiera respondido a la injerencia electoral de forma más enérgica. "No hay nada que esperara con más impaciencia que enseñarle a Putin que sus esfuerzos para influenciar las elecciones e instalar a una marioneta amiga (en el poder) habían fracasado".

TODAVÍA LE AMO

El libro incluye capítulos profundamente personales sobre uno de los matrimonios más comentados y escrutados de todos los tiempos. "Hubo momentos en los que no estaba completamente segura sobre si podía sobrevivir", confiesa la exprimera dama. "En esos días me hacía preguntas como: ‘¿Todavía le amo? ¿Puedo aguantar en este matrimonio son llegar ahogarme en la ira, el resentimiento o la lejanía? La respuesta siempre fue sí".

Hillary asegura que hubo "muchos más días felices que tristes o enfadados", a pesar de lo que la mayoría de las personas puedan creer después de todo lo aireado con el 'affaire' que tuvo el entonces presidente Clinto con la becaria Monica Lewinski, y que estalló en diciembre de 1998.

"Escuché de nuevo que mi matrimonio era una farsa en la campaña de 2016… es solo un matrimonio de papel". Y añade: "Él está leyendo esto sobre mi hombro en nuestra cocina con nuestros perros bajo los pies y en un momento en el que reorganizará las estanterías por millonésima vez… pero no me importa porque realmente le encanta organizar esas estanterías".