Elvis Presley se revolvería en su tumba de Graceland si supiera qué ha sido de su "pequeña princesa". Su hija única, Lisa Marie Presley, se ha pulido la fortura que le dejó el rey del rock a su muerte a los 43 años, en el 1977, tras el declive de su carrera y un final por el colapso sufrido por sus muchas adicciones. A los 9 años recibió entonces una fortuna estimada en unos 100 millones de dólares (80 millones de euros) Hoy, con 50 años, la hija del mítico cantante asegura que está en la ruina. Según ha contado al portal de noticias 'TMZ', de la herencia le quedan en la cuenta corriente 14.000 dólares (11.400 euros). Tiene también deudas por impuestos y préstamos hipotecarios que rondan los 16 millones de dólares (13 millones de euros).

Según su versión y sin perder de vista que está divorciándose, asegura que no liquidó sus impuestos desde 2012 hasta 2015, tiene una hipoteca de una casa que compró en Inglaterra que no puede pagar y para la que tampoco encuentra comprador aunque lleva meses intentándolo y las deudas de sus tarjetas de crédito ascienden a otros 500.000 dólares. Sus intentos de triunfar con la música tampoco le han reportado muchas alegrías.

Según 'TMZ', Lisa Marie ha demandado a su exrepresentante, Barry Siegel, al que acusa de "manejo imprudente y negligente" de sus finanzas. Y la respuesta en un comunicado ha sido demoledora: "Lisa Maire ha malgastado su dinero durante años" y apuntalaba la respuesta en documentos que acreditan que en el 2004 Lisa Marie vendió el 85% de Elvis Enterprises -la compañía que controla las propiedades físicas y los derechos de Elvis Presley- y que desde esa fecha ha gastado el doble del dinero que recibió en la herencia.

Los pasos de su padre

Lisa Marie Presley parece estar siguiendo los pasos descontrolados de los últimos años de su padre, al que recuerda cada 16 de agosto en Menphis . Siempre vivió deprisa y con la losa del apellido. Lisa abusó de la cocaína y el alcohol desde la adolescencia. A los 16 años su madre, Pryscila Presley, ya la apartó de las calles donde compraba cocaína para desintoxicarla.

Y las drogas también están muy presentes en los documentos judiciales del proceso de divorcio que inició el pasado verano de su cuarto marido, el productor musical Michael Lockwood, con quien se casó en Tokio en el 2013. Ese matrimonio fallido llegó tras otros tres. El primero, con el músico Danny Keough, con el que tuvo dos hijos. Tres meses duró el enlace con el actor Nicolas Cage tras su boda en Hawái: "No debimos casarnos, aquello fue un error". Y con el fallecido Michael Jackson vivió otra unión que duró 20 meses y que nadie se tomó en serio, una maniobra de marketing en el momento en que él acababa de ser acusado de corrupción de menores.

En los juzgados, Lisa Marie Presley ha declarado que los últimos tres años de su matrimonio con Lockwood, "han sido un desastre". "No podía dejar de consumir. Durante el último año abusé terriblemente de la cocaína". También reconoció ser adicta a los analgésicos y opiáceos que a veces mezclaba con bebida, y que había intentado dejarlo al menos tres o cuatro veces acudiendo a centros de rehabilitación en México.

Presley y Lockwood continúan batallando en el juzgado para llegar a un acuerdo de divorcio tras 10 años casados. Ella asegura que le encontró en su ordenador fotos inapropiadas de menores. El músico y padre de sus dos hijas, las gemelas Finley y Harper, de 9 años, asegura que ella quiere desacreditarle de una forma desagradable y le pide a su exmujer una pensión de 40.000 dólares al mes y 100.000 dólares para pagar las costas del litigio.