Es la nueva sensación de Hollywood gracias a su participación en la superproducción de aventuras Alita: Ángel de combate, dirigida por Robert Rodríguez y producida por James Cameron. Su nombre es Rosa Bianca Salazar y, aunque en la película la veamos a través de un complejo dispositivo de efectos digitales que incluyen unos ojos desproporcionados, lo cierto es que su fuerza expresiva y su carisma la han situado en el foco de atención dentro de una industria ávida de nuevas incorporaciones. Tiene las ideas muy claras y quizás por eso ha hecho suyo el discurso de empoderamiento femenino que desprende la película para reafirmar sus raíces latinas en un nuevo Hollywood abierto a la diversidad racial.

Nació en Washington DC, donde se estableció su padre, de origen peruano. De él aprendió que las cosas se consiguen con mucho sacrificio y que quedan muchas barreras por derribar si eres latino en EEUU. Tras la separación de sus progenitores, su madre comenzó una nueva relación que la separó definitivamente de su familia hasta que a los 15 años se emancipó y comenzó a vivir por sí misma. Reconoce que estuvo a punto de convertirse en una homeless. Trabajó en cualquier cosa que le ayudara a mantenerse, hasta que decidió mudarse a Nueva York para ser actriz.

Pero su carrera comenzó de verdad cuando se trasladó a Los Ángeles. En el 2011 obtuvo sus primeros papeles secundarios, en Parenthood y en la primera temporada de la serie de Ryan Murphy American Horror Story: Murder House. Fueron años duros, de aprendizaje, de cástings interminables, hasta que casi de manera simultánea rodó dos películas de acción adolescente, Insurgente, de la serie Divergente y El corredor del laberinto: Las pruebas. En ambas demostró su fuerte carácter, algo que se convirtió en el trampolín para que se fijaran en ella James Cameron y Robert Rodríguez para Alita.

Rosa Salazar se muestra orgullosa de que una película de 200 millones de dólares esté encabezada por una mujer latina. Pertenece a una nueva generación de actrices que se está encargando de romper con los estereotipos dentro de la industria. Para ella, mujeres como Jennifer López o Salma Hayek han sido fundamentales para abrir las puertas de Hollywood a la tolerancia y la aceptación racial.