Se conocen como los Grammy Latino, pero anoche también pudieron cambiar su nombre por los de ‘Grammy Cordobeses’. No era para menos, porque el nombre de Córdoba sonó y bien fuerte en la gala que se celebró en el hotel Mandalay Bay de Las Vegas gracias a los guitarristas Vicente Amigo y a la montillana Mabel Millán, que ayer acariciaron el cielo de la música al hacerse con los principales reconocimientos que cada año se entregan a los mejores músicos latinos del momento.

Vicente Amigo, que ya ganó el Grammy al mejor álbum de música flamenca en 2001 con La ciudad de las ideas y ha estado nominado a los premios hasta en seis ocasiones más, obtuvo anoche de nuevo el premio al mejor álbum de música flamenca con Memoria de los sentidos. Por su lado, Mabel Millán ha llevado por vez primera la música montillana a lo más alto. La joven guitarrista, que el pasado mes de enero lanzó al mercado su último trabajo discográfico, Gran recital, logró el premio Grammy Latino a la mejor composición clásica contemporánea por Sonata del Decamerón Negro, compuesta por Leo Brouwer, gracias a su interpretación realizada para la grabación producida por el sello ADLib.

Mabel Millán está reconocida internacionalmente por su carrera en solitario como guitarrista así como en el dúo musical que forma junto a su hermana Celia al piano, Dúo Millans. Es considerada como una de las mejores guitarristas jóvenes del mundo, tal y como avalan los más de 34 galardones que atesora, junto con el gran número de conciertos y actuaciones que ha ofrecido por todo el mundo.

Vicente Amigo ha ganado el Grammy Latino al mejor álbum flamenco por segunda vez gracias a Memoria de los sentidos, el octavo disco de la carrera de este sevillano de nacimiento y cordobés de corazón, una composición que es un alegato al flamenco más puro. Entre las colaboraciones de este premiado disco sobresalen El Pele, Miguel Poveda, Potito o el zapateo al baile de Farruquito, entre otros.

El tercer guitarrista español premiado anoche fue Tomatito, que lo logró junto al pianista dominicano Michel Camilo dentro de la categoría al mejor disco instrumental por su participación en Spain forever.

En declaraciones a Efe sobre la alfombra roja, Mabel Millán explicó lo especial que es para ella poder estar durante unos días con estrellas de la música latina de la talla de Alejandro Sanz. «Es un orgullo poder estar aquí compartiendo aunque sea la alfombra roja por la que ellos pasan también. Para mí, es un regalo de la vida», dijo Millán.

El éxito mundial Despacito, de Luis Fonsi y Daddy Yankee, se anotó dos Grammy Latino. Despacito se llevó los reconocimientos a la mejor fusión/interpretación urbana por el remix de Luis Fonsi y Daddy Yankee junto a Justin Bieber y al mejor vídeo musical versión corta.

También con dos premios por cabeza sobresalieron el dominicano Vicente García (canción tropical por Bachata en Kingston y álbum de cantautor por A la mar), la mexicana Natalia Lafourcade (disco folclórico y vídeo musical versión larga por Musas) y los colombianos Diamante Eléctrico (álbum de rock por La gran oscilación y canción de rock por Déjala rodar).

HOMENAJE A SANZ // Con un homenaje estelar lleno de cariño y de pasión por unos amigos que van mucho más allá de ser sus colegas musicales, Alejandro Sanz recibió la madrugada del miércoles al jueves el premio Persona del Año en una gala en el marco de los Grammy Latino en la que la estrella española reivindicó el valor de los sueños y la rebeldía. «No olviden que somos lo que soñamos», dijo Sanz en una macroceremonia celebrada en el hotel Mandalay Bay de Las Vegas, organizada por la Academia Latina de la Grabación y que tenía como único objetivo coronarle como una figura indispensable y emblemática de la música hispana.

A Alejandro Sanz le sobran los motivos en el currículum para recibir un galardón a toda su trayectoria, encumbrado como un triunfador en las dos orillas del Atlántico y como un artista multipremiado y superventas que ha sido referente para incontables cantantes iberoamericanos. Pero en su discurso de agradecimiento, miró por el retrovisor y se acordó de ese pequeño que fantaseaba con la música: «Cuando era un niño tuve un sueño, después una guitarra, un acorde, un verso, un miedo, una necesidad, una canción y me puse a cantar».