La fiscalía de Barcelona se querellará en los próximos días contra la cantante Shakira por un fraude fiscal millonario, al entender que evadió impuestos a Hacienda entre los años 2012 y 2014 simulando residir en paraísos fiscales. La Agencia Tributaria le reclama 14,5 millones de euros.

La fiscalía toma esta decisión tras una investigación de Hacienda que se cerró el pasado 29 de noviembre, cuando acababa el plazo, y ha concluido que entre el 2012 y el 2014 la cantante defraudó presuntamente 14,5 millones de euros al fisco español con los impuestos de IRPF y patrimonio. Dos días antes de cerrarse la investigación, el abogado de la cantante, José Ángel González Franco, presentó un escrito solicitando el archivo del caso, que ha sido rechazado, de lo que se desprende que se presentará la querella. El abogado pidió entonces la declaración de Shakira y de Piqué.

La clave de la investigación sobre la cantante nacida en Barranquilla (Colombia) hace 41 años ha sido precisamente saber dónde fijó su residencia fiscal al menos desde el 2011, cuando se hizo pública su relación con Piqué. En su informe final, la Agencia Tributaria sostiene que desde entonces vivía en Barcelona. La ley establece que si un ciudadano pasa la mitad del año más un día en España, se le debe considerar residente a efectos fiscales. Tiene que tributar en concepto de IRPF por los ingresos que obtiene en todo el mundo. Y hacerlo al tipo máximo, que ha variado con los años pero que, para las rentas más altas, se sitúa cerca del 50% de los ingresos. Según Hacienda, Shakira simuló vivir en Bahamas para evitar tributar en España.

Según fuentes cercanas a la artista, en el 2013 pasó medio año grabando en Estados Unidos su participación como jurado en el programa La Voz y no fue hasta finales de ese año, cuando tuvo su primer hijo con el defensa del Barça Gerard Piqué, Milan, cuando la pareja decidió comprar una casa en Esplugues de Llobregat. Shakira se declaró oficialmente residente en España en el 2015.

YA PAGÓ 20 MILLONES / Los inspectores de Hacienda trataron de acreditar la residencia de Shakira observando su vida cotidiana: visitaron los establecimientos a los que acude con frecuencia, como su peluquería habitual en Barcelona, y rastrearon su actividad en redes sociales como Instagram. Aunque el informe admite que en ninguno de los tres años bajo investigación (2012, 2013 y 2014) se ha podido probar que pasara en el país más de la mitad del año, la Agencia Tributaria la considera igualmente residente porque el resto del tiempo tuvo «ausencias esporádicas» en el extranjero motivadas por su trabajo como artista internacional.

En enero pasado, y tal y como avanzó este diario, la Agencia Tributaria remitió un primer informe a la fiscalía de delitos económicos de Barcelona, que abrió entonces diligencias de investigación. Tras aquel anuncio, los asesores de la cantante decidieron abonar 20 millones de euros para saldar las cuentas con Hacienda relativas al año 2011, ya prescrito penalmente.

Por su parte, ayer el despacho de abogados de la cantante emitió un comunicado en el que mantiene que no existe ninguna deuda pendiente: «Shakira ha cumplido en todo momento con sus obligaciones tributarias y no debe ninguna cantidad a la Hacienda española. Tan pronto como conoció el importe que según la Agencia Tributaria española debía abonar, procedió a pagarlo en su totalidad y, por tanto, actualmente no existe ninguna deuda». Según el comunicado, Shakira siempre ha actuado siguiendo el criterio y las recomendaciones precisas de la firma Pricewaterhouse (PwC), quienes fueron sus asesores desde el 2012. Según los abogados, «se trata de un caso único al ser una ciudadana extranjera en España cuyos ingresos proceden en su práctica totalidad (96%) del extranjero.

El texto afirma que «hasta el 2015, Shakira nunca pasó más de 183 días en España, lo cual está comprobado, e incluso pasaba largas temporadas con sus hijos en otros países y singularmente en Estados Unidos, de donde proceden la mayor parte de sus compromisos laborales.