Se suicidó en su celda en una cárcel de Nueva York en agosto del año pasado, pero muchos cabos quedaron sueltos y el FBI mantiene abierta una investigación. Hablamos del multimillonario Jeffrey Epstein, que fue acusado de tráfico sexual de menores y es ahora objeto de una miniserie documental de Netflix que se estrena el póximo 27 de mayo como el título de 'Jeffrey Epstein: asquerosamente rico'. En sus cuatro capítulos, tiene como objetivo mostrar cómo el financiero neoyorquino utilizó su riqueza y su poder para cometer sus crímenes sexuales durante años con total impunidad. La serie se basa en el 'best-seller' de James Patterson 'Filthy rich', publicado en el 2016, y está dirigida por Lisa Bryant.

La historia comienza a principios del verano pasado, en concreto el 6 de julio, cuando el multimillonario Jeffrey Epstein fue arrestado en un aeropuerto de Nueva Jersey, cuando regresaba de París en su avión privado. Fue acusado de tráfico sexual de menores, algunas de los cuales apenas tenían 14 años, y compareció dos días después en un tribunal federal de Manhattan (Nueva York). El exadministrador de fondos, con una agenda en la que se encontraba desde Donald Trump al expresidente Bill Clinton y el príncipe Andrés de Inglaterra, se enfrentaba a una pena de cadena perpetua, pero apareció ahorcado en su celda el 10 de agosto.

Sin embargo, sus vícticas siguen clamando justicia y sus colaboradores y sus amigos siguen estando en el punto de mira, como el príncipe Andrés, apartado de las tareas oficiales de la familia real británica por su relación con Epstein y reacio a colaborar con los investigadores del FBI en contra de lo que afirmó en la entrevista en la BBC.

Isla pedófila

En la serie se aborda cómo Epstein puso su fortuna y su poder al servicio de sus crímenes: poseía una isla en el Caribe apodada "la isla pedófila". Según la investigación, entre el 2002 y el 2005, Epstein pagó a docenas de menores cientos de dólares para que le hicieran masajes, felaciones y otros actos de carácter sexual. Las trasladó a sus exclusivas residencias en Nueva York y Florida desde otros estados y les animaba para que reclutaran a otras niñas a cambio de dinero, así se aseguraba "un suministro continuo de nuevas víctimas". Las acusaciones incluían otros delitos sexuales que se excluyeron del controvertido pacto secreto que le permitió esquivar cargos federales en el 2008. "Aquello fue uno de los mayores fiascos del sistema penal", se asegura en el documental.

"Él está muerto, pero no lo hizo solo. Y nadie más ha pagado por ello. Otros monstruos siguen sueltos y es el momento de que se haga justicia", clama también al final del 'trailer' Virginia Roberts, una de las presuntas víctimas de Jeffrey Epstein y del príncipe Andrés.