Bob Dylan excusó su presencia a la entrega de los premios Nobel en Estocolmo (y a la conferencia previa del galardonado con el Nobel de Literatura, que delegó en Patti Smith) por la existencia de "compromisos previos". La excusa sonó a eso, a excusa, pero será aún más insostenible durante los próximos días. Dylan actúa este fin de semana (1 y 2 de abril) en Estocolmo, y el día 9 en Lund. Pero las fechas siguen aproximándose, el músico aún no ha dado señales de vida ante la Academia Sueca.

La institución, por cierto, ha recordado que la conferencia de recepción del premio Nobel, en un plazo de seis meses a partir de el anuncio del galardón, es el único requisito para recibir el premio y su dotación económica, 8 millones de coronas suecas (unos 900.000 euros). Así que el plazo se acaba el 10 de junio... aunque no parece que en el calendario haya fechas más idóneas y libres de compromisos previos que los próximos días.

"La Academia Sueca comunica que no ha tenido lugar ninguna conversación telefónica con Bob Dylan en los últimos meses. Dylan es consciente de que la conferencia de recepción debe celebrarse a más tardar el 10 de junio si quiere recibir la dotación económica", señaló el pasado martes en su blog la secretaria permanente de la institución, Sara Danius. Lo que el músico decida, ha añadido, "es cosa suya".

El músico fue reconocido con el Nobel por crear "nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense", una elección sorprendente por ser la primera vez que se premiaba a un cantautor.

Tras intentar contactar con Dylan sin éxito durante varios días, la Academia Sueca desistió, mientras uno de sus miembros, el escritor Per Wästberg, lo calificaba de "rudo" y "arrogante", declaraciones de las que se desmarcó más tarde la institución.

Dylan aceptó finalmente el Nobel y agradeció un premio que le había dejado "sin palabras", en conversación telefónica con Danius. Posteriormente redacto una nota de agradecimiento que leyó en su lugar su amiga Patti Smith.