Fue todo un mito sexual en los años 80 y 90, pero la vida de Patrick Swayze no fue la típica de una estrella de Hollywood, como recuerda un documental que muestra sus inicios en el ballet o su tremendo amor por la cultura cowboy: Se trata de I am Patrick Swayze, dirigido y escrito por Adrian Buitenhuis, que estrenó Paramount Network solo unas semanas antes de que se conmemorara (fue ayer) el 10º aniversario del fallecimiento del inolvidable protagonista de Dirty dancing (1987) y Ghost (1990) debido a un cáncer de páncreas. Junto a la fama universal que logró, la locura y el deseo que sentían sus fans por él, y el gran talento que atesoraba como artista, este documental refleja también algunas facetas más curiosas de Swayze, como su amor desde muy pequeño por el ballet, una afición que, en el ambiente conservador de Tejas, tuvo que defender y proteger frente a las burlas de otros niños. Swayze también encontró otro paraíso particular en los ranchos, ya que el actor siempre cultivó un aire de vaquero que le hizo abandonar Los Ángeles.