Danae Boronat (Tarragona, 1985) se considera una mujer con suerte. Cuando aún estaba en la universidad, en Tarragona, el ascenso a Primera División del Nàstic a Primera División le permitió cubrir partidos de ese nivel para la radio. Y ahora, que trabaja en Bein LaLiga y Movistar la Liga de Campeones, la necesidad de narradores le ha llevado a cumplir su sueño: retransmitir un encuentro de esa categoría en la tele. Con lo que se ha convertido en la primera mujer que lo logra en España. Y en un referente para las chicas que quieren hacerse un hueco en el periodismo deportivo.

Le felicito. ¿Satisfecha?

Sí. Después de tantos meses de preparación, ya tenía ganas de lanzarme a la piscina. Y llegó la oportunidad de hacerlo en uno de Primera división de este nivel: el Atlético de Madrid Sevilla, para LaLiga TV, y eso hace ilusión. Me he preparado mucho porque por muchas tablas y conocimientos que tengas, por mucho que sepas de fútbol, la práctica es muy importante. Es un formato tan específico y exigente...

En un país como este, con la de partidos que se retrasmiten, ya era hora...

Sí. Solo hay una mujer en la televisión pública alemana, que incluso ha narrado mundiales, y en una entrevista dijo que era horroroso las críticas que recibía por ser mujer. Pero que le daba igual. Y en Francia, hace poco empezó una exfutbolista. Pero no es muy habitual. En España, un país con tanta tradición y cultura futbolística, que hasta ahora nuna mujer no haya podido hacerlo habla mal de los medios, de los que mandan, pero muy bien de mi empresa.

Claro. También felicito al directivo, hombre, supongo, que decidió hacerlo...

Efectivamente. Pero no por el hecho de ser mujer me iban a dar la opción. Yo lo planteé y hubo cierta aceptación, pero no por romper barreras... Y yo dije que solo me la dieran si estaba preparada. A mí se me me han hecho las mis pruebas o incluso más que algunos hombres para poder narrar.

¿No le han mandado a fregar?

De momento, no. Es raro. Como los partidos de LaLigat TV se emiten en bares y restaurantes, me imagino que ahí no están pendiente de quién lo narra. Hubo quien dijo: "Yo me di cuenta de que era una mujer, pero no le di importancia". ¡Eso es maravilloso! En general la respuesta ha sido positiva. Alguno me ha dicho: "Con todos los respetos, pero la narración era mejorable". ¡Solo faltaba! ¡Si el primer día que narro un partido no lo fuera, estaríamos hablando de una fenómena! Solo pido que se me mida con la misma vara de medir que los hombres. Y que se tenga en cuenta que estoy empezando.

Ha sido una tele digital la que ha roto barreras, en lugar de una pública...

Sí. Pero he tenido la posibilidad porque en Mediapro en esa jornada teníamos 10 partidos a la vez, con lo cual había mucha necesidad de narradores. Y de la necesidad surge la oportunidad. En los medios públicos, las pocas oportunidades que hay son para los hombres. Yo estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado. Eso me ha pasado mucho a lo largo de mi carrera.

Una carrera forjada en el periodismo deportivo.

Sí. Yo soy de Tarragona, empecé a estudiar la carrera y me metí en una radio local. Y tuve la suerte de que el Nàstic acendiera a Primera División, algo que no pasaba en 56 años, con lo que se generaron muchísimos puestos de trabajo. Y yo, aún en la universidad, ya cubría partidos de esa categoría. Estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado.

Justo llega cuando se está poniendo el foco en el club femenino del Barça.

Por fin el mundo de la comunicación deportiva se está dando cuenta de que había un agravio comparativo, ya que no se cubrían los eventos femeninos a excepción de los JJOO y grandes citas. Queda muchísimo aún, pero estamos acercándonos a la normalidad. Y si las mujeres están jugando al nivel de los hombres, cómo no se va a poner la comunicación a ese nivel.

Sería lo normal.

A mí me lo parece. Lo que pasa es que como los que mandan en los medios son hombres. A las mujeres se nos relega a un papel delante de cámaras, como presentadoras y así. En radio sí que ha habido periodistas que han narrado los partidos, pero en la tele, no. Porque los dirigentes solo piensan en una imagen agradable, y ahí no se te ve: solo tu voz, tu conocimiento y tu capacidadad de comunicar. Por fin se ha roto una barrera, porque la narración no tiene género.

Tampoco el periodismo deportivo.

Tampoco. Hace pocos años no había mujeres y las primeras tareas que nos han encomendado son las de hablar en cámara. Pero cada vez hay más chicas que me dicen: "Yo quiero ser como tú. Quiero vivir de la comunicación deportiva". Y yo les digo: "Pues claro que sí, adelante". El que yo empiece a narrar partidos abre el camino y hace que muchas que también lo habían pensado, no secdigan: ¿cómo te vas a meter ahí? ¡qué locura, en un mundo de hombres!". Miedo a pasarlo mal.

¿De dónde surgió esta pasión? ¿Con las retransmisiones de Puyal?

Sí, por supuesto. Es un referente. Desde pequeña sigo el mundo del fútbol porque me ha apasionado. Antes de entrar a la carrera ya estaba en una radio de barrio, colaborando con los partidos del Nàstic. Y ahí me empezó mi pasión por el periodismo deportivo.

¿En dónde ha aprendido más?

En todos los sitios en los que he estado. Tanto lo que quiero hacer como lo que no.

Por ejemplo, no hacer de florero.

Exacto. Me ofrecieron copresentar un programa en 13 TV y yo dije: "Quiero estar al mismo nivel que él. Si pretendéis que solo esté ahí para decir monerías, no contéis conmigo". Y tuve la oportunidad de presentar el informativo de deportes más visto de España, 'Deportes Cuatro', durante un verano del 2015, y lo hacía con un hombre, en las mismas condiciones. He tenido suerte en eso, porque también lo he tenido muy claro. Y he rechazado cosas.

¿Para cuándo la siguiente retransmisión?

Hay que esperar. Tengo la suerte de que Mediapro apuesta por el deporte femenino y por la comunicación en femenino. Y sé que habrá continuidad. Esto solo ha hecho que empezar.