Palma del Río, ciudad natal del V Califa, Manuel Benítez Pérez, El Cordobés, acogerá el próximo 22 de abril, a las seis menos cuarto de la tarde, una cita para la historia del toreo. Se reúnen los dos hijos toreros del V Califa, y el hijo de un torero ligado a la ciudad, Javier Benjumea, hijo de Pedrín Benjumea. No podía ser en otra localidad. No es casualidad que se reúna una terna formada por El Cordobés, su hermano Julio Benítez y Javier Benjumea, afincado en Palma. Manuel Díaz afirmó que «estar en Palma del Río, donde nace nuestra esencia, nuestra rama que al tronco sale, es una ilusión especial, como hijos adoptivos de Palma, por consanguinidad». En la presentación del cartel añadió que «Javier Benjumea es hijo de un gran torero, su padre fue un torero muy importante». Benjumea confesó que «tengo ahora mismo una conjunción de emociones, me acuerdo de mi padre y de la unión con el V Califa, en otra época». Esta corrida, con seis toros de Albarreal, de la empresa Grupo Vientobravo, que cuenta con colaboración del Ayuntamiento y de la Asociación Cultural Taurina, no es una corrida más, es la segunda ocasión en que Manuel Díaz y Julio Benítez harán el paseíllo juntos. «Mi padre es de aquí y toreo con Manuel», señaló Julio Benítez. Por su parte, Manuel Díaz manifestó que «nunca pensé que mi vida iba a terminar así, compartir estos momentos con Julio, con muchas facultades que lleva de estirpe. He encontrado, primero, un torero, respeto mutuo; segundo, somos hermanos y me siento muy orgulloso». Adelantándose a la consabida pregunta de «¿estará el V Califa en la plaza?», Díaz manifestó que «hoy por hoy lo que dicta mi corazón, que es lo importante, es Julio». Se dirigió a su hermano y le hizo una pregunta: «¿Eres feliz?», a lo que Julio respondió: «Estoy viviendo una etapa muy bonita de mi vida que nunca pensé fuera a darse». Los tres matadores ya han toreado en Palma. Javier Benjumea hace dos años; Julio Benítez, junto a su padre, Benjumea y Sánchez de Palma, también el rejoneador Pedro Cárdenas en mayo del 2003. La coincidencia es que al igual que su hermano Manuel Díaz El Cordobés lo hizo a beneficio de la residencia de ancianos Hospital de San Sebastián. Díaz recordó que aún no había tomado la alternativa, fue un festejo celebrado en 1993. Rememoró que se vistió de luces en el antiguo hospital, de donde salió en coche de caballos acompañado por abuelas de la residencia engalanadas con peineta y mantilla. En la puerta, una vecina, le dijo entonces: «Igualito que tu padre». Se encerró con seis toros y pidió hasta el sobrero. Ayer contaba el vecino que vendía los refrescos en la plaza (El Guirro) que «se llegaron a vender 1.200 bebidas».