Los jueces jamás habían visto una lista de la compra, como la de Zamira Hajiyeva. La mujer, en el centro de una investigación sobre la procedencia de una fortuna más que sospechosa, se fulminó más de 16 millones de libras (algo más de 18 millones de euros) en diez años en los famosos almacenes Harrods. Hajiyeva, de 55 años, es la esposa de un antiguo directivo de un banco controlado por el Estado en Azerbaiyán, que ahora está en la cárcel en su país por haber robado millones. Ella, en cambio, con las 35 tarjetas de crédito que le proporcionó su esposo, vivía en Londres y acudía al almacén de lujo, a cinco minutos andando de su mansión en el barrio de Knightsbridge, como otros bajan cada día al súper de la esquina.

UN CUARTO DE MILLÓN EN UN DÍA

En las 107 páginas de recibos develados en el tribunal, hay facturas de 24.000 libras en café y té, 10.000 en frutas y verduras y 32.000 en bombones de Godiva. La joyería del establecimiento era su debilidad. Casi cinco millones se dejó en creaciones de Boucheron y Cartier. De esta última firma la policía le confiscó este año un anillo de diamantes valorado en un millón, comprado en Harrods en el 2011. En total la dama poseía 49 joyas.

A eso hay que sumar prendas de la firma francesa Celine, por valor de 300.000 libras, junto a las de otros diseñadores de élite, 160.000 en perfumes y 99.000 más en la tienda Bibbidi Bobbidi Boo que Disney posee en los almacenes. La tienda en cuestión cobra mil libras por una hora de maquillaje de un niño o una niña. En uno de los cafés de Harrods la factura ascendió a 332.000 libras. En su bodega figuraban algunos de los mejores vinos del mundo. Muchas de las compras debían ser para regalo, porque en papel para envolver los presentes se gastó más de 6.000 libras. En 11 ocasiones, Hajiyeva se dejó más de un cuarto de millón de libras en Harrods en un solo día, donde también poseía una caja de seguridad. La dama también tenía acceso a un jet privado.

DINERO NEGRO

La mujer es la primera persona en el Reino Unido que está siendo investigada por poseer una fortuna injustificada, en la lucha contra el dinero negro, de origen mafioso y fraudulento, por parte de la Agencia Nacional del Delito (NCA). Si la procesada no logra justificar el origen del dinero que viene derrochando perderá sus posesiones, incluida la vivienda en Londres, valorada en 15 millones, y la mansión en un campo de golf de campo de Berkshire. La NCA vincula la compra de las propiedades con una compañía en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes británicas. Los abogados de Hajiyeva argumentan que su defendida no tiene por qué justificar el origen de su fortuna, porque no se trata de una persona con proyección política y su marido no era un empleado del Estado en su país.