George Michael amaba el arte contemporáneo. Durante años, el artista británico -fallecido a los 53 años durante la Navidad del 2016 a causa de una afección cardiaca- estuvo reuniendo una colección impresionante que, en parte, ha sido subastada por la sala Christie’s de Londres y que ha alcanzado un montante de 10,8 millones de euros. «Estamos encantados», ha dicho el presidente de Christie’s, Jussi Pylkkänen tras terminar el evento. «Es una buena noticia para el gran momento que vive el mercado del arte londinense y en particular, tantos artistas pertenecientes al Young British Art (YBA), los jóvenes talentos emergentes del panorama artístico británico».

La subasta on line empezó el 8 de marzo, pero la puja de los cuadros y esculturas más valiosos se celebró el pasado jueves. Se ofrecían piezas de Damien Hirst, Tracey Emin, Sarah Lucas, Michael Craig-Martin, Eva Rothschild, Marc Quinn... pinturas y esculturas. También una litografía de Jean Cocteau, una obra de Picasso y otra de Miró.

El intérprete de I want your sex fue el artista que más sonó en las radios británicas durante dos décadas. Vendió más de 100 millones de discos cuando la gente pagaba por ellos e invirtió muchas libras en dar rienda suelta a su sensibilidad artística. «No compraba al azar. En la colección hay sexo, oscuridad, atrevimiento, irreverencia y también mucho humor... es una colección con mucha coherencia», asegura una especialista en arte. Durante días, ha habido colas de curiosos en Christie’s, donde han estado expuestas todas las obras de la colección del cantante.

‘SAN SEBASTIÁN’ / El que fuera su mánager y amigo, David Austin, acompañó a George Michael a muchas galerías. «Recuerdo que una noche, en el 2007, fuimos a la galería Cubo Blanco. Estaba cerrada cuando llegamos allí y vimos el San Sebastián de Damien Hirst a través de las puertas cerradas. Recuerdo su decepción esa noche por no poder verlo de cerca, pero al final acabó comprándola. Es una pieza imponente». En efecto, Christie’s ha vendido de Saint Sebastian, Exquisite pain por un millón de euros. Dentro de un enorme tanque de formol, el santo, todo un símbolo de la iconografía gay, es sustituido por un ternero acribillado por flechas.

Del mismo polémico y cotizadísimo autor y con la misma técnica, otra de las joyas de la colección, La verdad incompleta, en la que una paloma disecada parece levitar dentro de una vitrina acristalada de formol, se ha adjudicado por algo más de un millón de euros.

La obra que batió el récord, superando diez veces su precio de salida, fue Suspiro descuidado de Jim Lambie, un cuadro que superpone motivos florales a un retrato en blanco y negro del músico fallecido y que alcanzó los 204.925 euros.

Todo el dinero recaudado se destinará a fines filantrópicos. Es lo que quería el intérprete de Faith, que en paralelo a su éxito no descuidó su perfil solidario. Entre los beneficiarios destacan Childline, una organización que ayuda a niños y adolescentes con problemas, a quienes cedió también en vida los royalties de la canción Jesus to a child. También a una asociación a la que financiaba de manera anónima para personas sin techo. «El trabajo filantrópico fue muy importante para George durante su vida y fue su deseo que esta labor continuara», aseguran los fideicomisarios de sus bienes.