Aunque siempre ha tenido presentes sus raíces manchegas, Pedro Almodóvar es quien es porque un día decidió plantarse en Madrid y empuñar una cámara super 8 para plasmar una realidad que en la capital se abría paso a bocanadas. El cineasta de Calzada de Calatrava, a sus 68 años, parece que será por fin hijo predilecto de Madrid. El portavoz del PP en el Ayuntamiento de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, explicó ayer que su grupo finalmente votará a favor de que el director reciba ese título. La propuesta que hizo en su día la alcaldesa Manuela Carmena y que se llevará al pleno municipal hoy miércoles fue cuestionada por los populares, que pusieron en duda la «honorabilidad» del cineasta por haber tenido una sociedad radicada en un paraíso fiscal y aparecer en los conocidos como papeles de Panamá.

Tras un debate con todos los concejales, Martínez-Almeida aseguró el voto afirmativo. «Hemos primado el aspecto cultural. Almodóvar es uno de los grandes cineastas que tiene España y su obra se ha desarrollado fundamentalmente en Madrid».

Martínez-Almeida destacó que actúan así «en un ejercicio de responsabilidad institucional, ya que un nombramiento de estas características debe aprobarse por unanimidad». Y aprovechó para cargar contra el PSOE que, en la pasada legislatura, se abstuvo al votar el mismo nombramiento para Julio Iglesias, «otro artista de reconocido prestigio internacional».

El portavoz municipal del PP respondió también al líder socialista, Pedro Sánchez, que el lunes calificó en Twitter de «hipocresía» el hecho de que no apoyaran el nombramiento de Almodóvar y exigía al grupo popular una «rectificación ya». Martínez-Almeida le recordó a Sánchez que en abril del 2016 manifestó: «Ningún socialista puede tener una offshore en Panamá. Lo expulsaría inmediatamente”.

En la primavera de hace dos años Almodóvar canceló su participación en la promoción de su película número 20, Julieta, por la aparición de su nombre en los papeles de Panamá. Fue en el festival de Cannes, donde competía por la Palma de Oro, donde respondió a las cuestiones sobre la mención de él y su hermano Agustín en el amplio informe periodístico sobre inversiones en el extranjero debido a una empresa que tenían en la década de 1990. «Si fuera una película, mi hermano y yo ni siquiera seríamos unos extra», aseguró entonces el cineasta.