Con la excusa de no perderse el Estadi Olímpic rendido con la música irreverente de los Rolling Stones, la longeva banda en la que toca su padre, Keith Richards, junto a Mick Jagger, Charlie Watts y Ron Wood, Alexandra Richards, la hija pequeña del guitarrista y su segunda esposa, la modelo neoyorquina Patti Hansen, aterrizó el pasado martes en Barcelona.

La joven, de 31 años, cenó en el restaurante Cañete, en El Raval, pasó la noche en el Hotel Arts y este martes comprobó cómo la mítica ‘troupe’ sigue levantando pasiones. Era el quinto concierto de la gira europea de la banda, 'No filter’, pero, tras disfrutar de la actuación en Montjuïc, Alexandra aún con ganas de más música, actuará esta noche como dj hasta altas horas de la madrugada en el club Gatsby, en la zona alta de la ciudad.

Horas antes, la hija pequeña del setentón Richards se presentó en la rueda de prensa con la cara lavada, una gorra y dos trenzas que le daban un aire dulce. “Soy fan de Barcelona. Recuerdo la primera vez que vine aquí de visita, tenía 17 años y ya en aquella ocasión me quede maravillada de la ciudad y de la gente. A los 22 volví como modelo para una campaña de Mango. Y esta vez, la tercera, vengo como dj y puedo decir que aquí me siento a gusto”, afirmó la joven, que desde los 14 años también trabaja como maniquí, una profesión que comparte con su hermana Theodora, de 32 años.

Una dilatada carrera

Durante estos años, ha posado para los mejores objetivos, como Mario Testino, Steven Meisel Annie Leibovitz, Patrick Demarchelier… Ha protagonizado infinidad de portadas y ha subido a las pasarelas de París, Londres y Nueva York de la mano de Dior, Burberry, Dolce&Gabbana, Abercrombie. Pero, además, crea música como DJ para actos y fiestas de clientes tan exclusivos como Ralph Lauren, Victoria’s Secret, Tiffany & Co y Samsung.

Alexandra, que creció en Weston, Connecticut, vive en el Soho y se pasa las semanas viajando, pero, según ha contado, intenta sacar tiempo para dedicarse a sus principales pasatiempos: diseñar joyas y pintar retratos. Estudió en el School of Visual Arts y allí empezó a crear pequeñas piezas de joyería, pero no contenta con ello decidió dar rienda suelta a su pasión es el arte. "Siempre que viajo intento sacar tiempo para pintar retratos”, ha detallado. De hecho, ya ha expuesto varias de sus obras en acrílico, principalmente retratos de algunos de sus músicos favoritos, como Etta James, Jimmy Hendrix y Nina Simone.

Vestida de riguroso negro, con voz frágil y en tono tímido, la pequeña de los Richards ha asegurado que siempre viste de negro, pero en esta ocasión decidió llevar un detalle rojo, concretamente un pañuelo en el cuello, su color favorito. "Es un homenaje a vosotros”, ha subrayado.

Ya más seria, ha reconocido que tener padres famosos abre puertas pero “es una losa encima de tu espalda”. Sobre su carrera como modelo, destacó que la desarrolla paralelamente con su trabajo como dj. "A la hora de pinchar me gusta innovar y últimamente me inclino por el indie electrónico”, ha detallado.

Y es que su pasión por la música le viene desde niña. Su padre le regaló una guitarra acústica y luego una eléctrica. Años después de recibir aquellos regalos, se dio cuenta que lo suyo no es la guitarra, si no que es la mesa de mezclas. Ahora, no descarta sacar su propio disco.