Retrasos en las nóminas, falta de ropa deportiva, así como de agua caliente y de fisioterapeuta es la tónica que han soportado las jugadores de Manu Agudo desde el inicio de una temporada que arrancó con la convulsión que generó el cambio de responsable de sección y técnico, aunque empieza a vislumbrarse la solución

No ha sido fácil el estreno del Córdoba CF Femenino en el fútbol profesional con su incorporación al grupo Sur de la liga Reto Iberdrola, la nueva Segunda División. La cuarta posición que ocupan en este momento contrasta con la complicada situación que están viviendo: falta de material deportivo y agua caliente, atrasos en las nóminas o verse algunas jugadoras, incluso, sin casa. Una situación difícil, hasta el punto de que la plataforma CCF Somos Nosotros ha puesto huchas en la tienda de Arteaga Sport y el domingo día 27 lo hará en El Arcángel durante el Córdoba-San Fernando.

Y mucho antes de que arrancase la temporada: ya en verano, el equipo debía desplazarse a lugares cercanos, y en coche, para poder jugar sus amistosos de pretemporada y en agosto, tuvo lugar el cataclismo definitivo con la destitución de Magdalena Entrenas como responsable de la sección femenina del club tras una asamblea en la que también perdió los servicios jurídicos del Córdoba y se quedó solo con el cargo de consejera. Ese terremoto también se llevó por delante a Antonio Serrano Chico como técnico, que se enteró de su destitución mientras jugaba un amistoso ante el Apademar cadete en Fátima.

La sección se ha ido recomponiendo poco a poco con la llegada de Miguel Romero como responsable de la sección y Manu Agudo como entrenador a tres semanas de arrancar la temporada. Las jugadoras todavía están pagando las consecuencias de aquel verano tumultuoso, puesto que aún no disponen de todo el material deportivo. “Seguimos trabajando para tenerlo todo porque tenemos problemas con las tallas, además de que en agosto lo único que llegó fueron los chaquetones”, asegura el propio Romero. En cambio, la anterior responsable de la sección, Magdalena Entrenas, apunta que “la situación es lamentable, de hecho en el primer partido como locales jugaron con la equipación visitante y las camisetas blanquiverdes que han recibido dudo que sean de ellas”.

Pero hay un problema aun más grave. La plantilla solo cobró el mes de agosto y hasta esta semana no han podido percibir las nóminas atrasadas “Ahora las jugadoras son las responsables ante los caseros de abonar el pago del alquiler y si no perciben lo que es suyo, pues no pueden hacer frente a ello; algunos caseros les han llegado a aporrear la puerta de noche, asegura Entrenas, quien alegó también que “le ofrecen 200 euros como cortina de humo y salir del paso”. En su día, el entrenador Manu Agudo señaló que “los contratos en el fútbol femenino, por desgracia, son mucho más bajos y en cuanto haya un retraso, las jugadoras lo notan”. En esa línea Romero quiso argumentar su opinión, aunque añadió que “la medida de los 200 euros fue para solucionar el caso concreto de una de las chicas, cuyo casero quiso aprovecharse de la psicosis que hay entorno al club, pero finalmente se solucionó el problema de su contrato de alquiler, solo que en lugar de que se pagase entre el 1 y el 5 se pagó el 7 de este mes”. Según Romero, “ellas en este tiempo solo han reclamado lo que es suyo como cualquier español de a pie: que se le pague en fecha y hora”.

El actual responsable del Córdoba Femenino quiso asegurar, al respecto, que “todos los pagos atrasados ya se han abonado y ahora partimos otra vez desde cero”. Por su parte, Entrenas señala que “las jugadoras han cobrado una nómina por todo lo que he hecho hasta ahora por ellas, que han llegado a salir en la edición nacional de El País; es algo inconcebible en una liga profesional”.

Pero si a estos problemas hay que encontrarse con los que van surgiendo a medida que avanza la competición, la solución no llega. Las jugadoras han llegado a ducharse durante varios días sin agua caliente. “Son las últimas en entrenar cuando ellas son las que juegan en la categoría más alta y las que tienen los derechos de televisiones, pero cuando dicen de ducharse, no tienen agua caliente porque ya se han duchado todos los equipos de todas las categorías”, apunta Entrenas. En cambio, Romero justifica este hecho de que “la ciudad deportiva es un pozo y hay muchos equipos entrenando de fútbol base; además, esa semana coincidió con el trasvase de agua al campo de césped y cuando en el termo se alcanzan esos picos de agua, pues no hay agua para todos”.

Lo que parecía ser una aventura inolvidable para estas jugadoras ha comenzado, de momento, con una pesadilla que aunque está empezando a ver su final, todavía queda un largo recorrido. “No se está valorando el esfuerzo y sacrificio que hacen estas jugadoras, hasta el punto de que este domingo se van a poner huchas en la ciudad deportiva para que los aficionados aporten un donativo”, asegura Entrenas en relación a la iniciativa de la plataforma CCF Somos Nosotros. Romero, por su parte, prefiere definir esta situación “como un ataque al eslabón más débil del club por parte de antiguos empleados que ya no están”.

Pero tras unos meses de muchas dudas, la solución parece que va tomando forma. El presidente de la RFAF y vicepresidente de la RFEF, Pablo Lozano, aseguró a este periódico que «Jesús León se ha puesto en contacto con el organismo para, en primer lugar adherirse al programa de la Liga Reto Iberdrola, por el que pueden percibir un patrocinio importante de hasta 100.000 euros esta temporada en función de ciertos requisitos».

Mientras tanto, el Córdoba recibe mañana a las 11.00 horas al Villarreal, segundo clasificado, en un partido clave para seguir en la zona noble de la clasificación. Algo que, ante los avatares del día a día que deben superar estas jugadoras, es una realidad totalmente alternativa.