El Real Madrid venció al Ajax (1-2) en un partido cargado de polémicas. Porque al episodio confuso del VAR en lo que había sido el primer gol del equipo holandés, luego anulado por el árbitro, habría que sumarle la situación de Sergio Ramos.

El capitán merengue admitió en sus declaraciones, una vez finalizado el partido, haber buscado que el colegiado le mostrase la cartulina amarilla ya que, a partir de cuartos de final, se limpian todas las tarjetas.

Ante esto, la UEFA podría duplicarle la sanción y, en vez de un partido de suspensión, tener dos, ya que no está permitido forzar de manera deliberada una tarjeta.

"He forzado la tarjeta, te mentiría si te digo lo contrario. Era algo que tenía presente, era el minuto 88 y así podré descansar en la vuelta, aunque estaré en la grada apoyando el equipo", reconoció el central, que cumplió ayer 600 partidos en el Real Madrid.

Rectificación en Twitter

Al percatarse de esta posible sanción, Sergio Ramos se retractó en Twitter y desmintió haber forzado la cartulina amarilla. "Quiero dejar en claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta, como tampoco lo hice ante la Roma en el partido anterior", escribió.