El expresidente del Fútbol Club Barcelona, Sandro Rosell, ha rechazado este martes declarar a las preguntas de la fiscalía en el juicio que se celebra contra él y otras cuatro personas por el presunto blanqueo de capitales de 19,9 millones de euros. "Ya que el escrito que el escrito de la fiscalía tiene tantos errores y falsedades, no declararé al fiscal", ha argumentado el exmandatario, para quien la acusación pública solicita 11 años de prisión. Por lo tanto, solo contestará a las cuestiones planteadas por su abogado defensor, Pau Molins. Fuentes cercanas a los imputados han asegurado que el resto de encausados harán lo mismo.

Rosell ha iniciado su declaración relatando su historial profesional y su relación con el fútbol y empresas patrocinadoras, como Nike, empresa para la que trabajó como ejecutivo. Ha explicado que al cabo de unos años fundó una sociedad. Entre sus clientes: Nike y a la selección española de Baloncesto. Ha detallado como dio el salto al Barça, donde ocupó los cargos de vicepresidente y de presidente. En el 2014 dimitió, según ha dicho, por amenazas a su familia. "Cuando se habla del Barça, saltan las emociones", ha confesado.