La lucha por el fichaje de Matthijs de Ligt (19 años) se está convirtiendo en algo más que una pugna veraniega entre el Paris Saint Germain y el Barcelona. Es una historia con personajes cruzados y deudas pendientes entre dos de los grandes clubs del Viejo Continente.

El Barcelona le ganó por la mano al PSG en el fichaje del joven Frenkie de Jong, joven, holandés y jugador del Ajax como De Ligt. Los franceses agasajaron a la novia de Jong con un viaje relámpago con los gastos pagados a la ciudad de la Luz. El agente Ali Dursun se entrevistó con los dirigentes parisinos, pero en el momento culminante, los emisarios azulgranas, con su presidente Bartomeu al frente, viajaron a Amsterdam y cerraron la operación.

Hace unos días Annekee Molenaar, novia de De Ligt, y su madre Christiane, fueron recogidas discretamente en un coche con los cristales tintados en el aeropuerto de París por emisarios del PSG. El club francés les ofreció un catálogo de casas para fijar la residencia de la familia del jugador en la capital francesa.

En unas declaraciones a Mundo Deportivo, el central holandés mostró además sus dudas sobre la oferta del Barcelona: «Debo valorar si es el momento de ir al Barça. Todavía no sé qué dice mi corazón. Lo más importante es saber que en el equipo donde vaya pueda tener protagonismo y jugar muchos partidos».

Por edad, calidad y galones, De Ligt es un fichaje prioritario para el Barça y su misión de rejuvenecer su plantilla. Algunos analistas lo consideran como un fichaje estratégico, el de un central que puede marcar una época, como en su día supuso el fichaje de Sergio Ramos por parte del Real Madrid. De Ligt ha demostrado en la Champions y como capitán del Ajax (19 años) de lo que es capaz. Algunas informaciones apuntan a que Ajax y Barça han llegado a un principio de acuerdo por si el jugador se decide. El precio pactado es de 75 millones de euros.

Por tanto habrá un pulso largo entre estos dos clubs que ya chocaron con Neymar.