El Fútbol Club Barcelona anunció en julio la renovación de Lionel Messi. Pero cuando el jugador volvió de su luna de miel en el Caribe, rechazó la oferta para seguir en el club, según informa la revista Interviú. La directiva intentó convencerle de nuevo el mes pasado, pero los sucesos de octubre en Cataluña hicieron que se negara de nuevo. No es por dinero. Messi ha trasladado al club que no responderá hasta que se aclare la situación sobre la independencia y si el Barça podrá seguir jugando en la liga española.

El pasado uno de octubre los catalanes fueron convocados a un referéndum por la Generalitat, consulta que el Tribunal Constitucional declaró ilegal.

Aquella misma tarde se jugaba un partido en el Camp Nou entre el FC Barcelona y la UD Las Palmas. Según esta revista, algunos directivos del equipo catalán propusieron suspender el partido y denunciar la «brutalidad» del Gobierno español. Un futbolista al menos secundó esa posición. Gerard Piqué defendió ante directivos y varios de sus compañeros la suspensión del partido. Algunos advirtieron de los riesgos de perder los tres puntos y exponerse a una sanción deportiva aún más grave. Entre esos futbolistas habrían estado Sergio Busquets, Jordi Alba y el uruguayo Luis Suárez. También quiso jugar aquella tarde Leo Messi. Finalmente, el partido se jugó, aunque sin público.

«Si Messi se hubiera puesto del lado de Piqué y de parte de la directiva, aquella tarde no se juega», explican a Interviú fuentes conocedoras de lo que ocurrió aquella jornada entre el Barcelona, Las Palmas y la Liga de Fútbol Profesional, que no cedió ante el Barça y amenazó con sancionarlo con dureza si no jugaba.

Lo ocurrido el 1 de octubre en el vestuario ratificó la decisión que, ya en verano, tomaron Leo Messi y sus personas más cercanas. El jugador argentino decidió rechazar la oferta del Barça incluso después de que el club anunciara por Twitter que había un acuerdo para que renovara su contrato (que acaba al final de esta temporada) y siguiera tres años más en Barcelona. Entonces se dijo que Messi prefería no interferir en una posible campaña electoral a la presidencia del club si prosperaba una moción de censura que estaba en marcha.

La versión obtenida por esta revista es diferente. Messi está, según las fuentes consultadas por Interviú, preocupado por las consecuencias del proceso independentista para su equipo y para su carrera profesional. Así que decidió, primero en julio y luego en octubre, aplazar su respuesta hasta ver si la situación se tranquiliza y se aclara el futuro del Barça.