Es evidente que el culebrón del verano va quemando fases, días, alternativas y vías de salida. Todo parece indicar, eso sí, que el 'caso Neymar' seguirá vivo durante unos cuantos días más. Cuando desde Doha, Catar, sede del dueño del París Saint Germain se dijo que el tope era el 31 de julio, según anunció el diario francés 'La Parsiene', auténtico portavoz del club parisino, ahora se habla del 10 de agosto, es decir, el sábado de la próxima semana, fecha previa al inicio de la Liga francesa, qu el conjunto de Thomas Tuchel estrenará, en casa, frente al Nimes Olympique.

Lo cierto es que las ofertas no llegan. Lo cierto es que el tiempo se agota. Lo cierto es que no parece que el PSG vaya a regalar a una de sus estrellas. Lo cierto es que aunque al PSG le costó 222 millones de euros y, en principio, dijeron que no lo soltarían por menos de 300, todo parece indicar que la cantidad que podría pactarse por la salida de 'Ney', cada vez más difícil que se produzca, es muy inferior a tantos y tantos millones como rodean a Neymar.

El PSG pretende retenerlo

Ni siquiera el intercambio de futbolistas, cosa que unicamente contempla el Barça (cada vez más lejos de soñar con su excampeón), parece formar parte del plan ideado por Leonardo, director deportivo del PSG, que insiste en convencer al brasileño para que se quede un año más. O, tal vez, convencerle (como ya hiciera Griezmann en el Atlético) para que alarga una temporada más su estancia en París y, luego, acepten su venta.

Lo que sí se ha producido y ello ocurrió ayer, en las instalaciones chinas del Centro Deportivo de Xixiang, es un partido entrenamiento divertido, simpático, ruidoso y feliz del propio Neymar en compañía y participación de todas las estrellas del PSG, como preparación para su primer gran compromiso serio de la temporada, la Supercopa de Francia (también llamada Trofeo de Campeones), frente al Rennes, que se celebrará mañana en el estadio Shenshen Universiade Sports Center y en el que no podrá participar, como ya es sabido, la estrella brasileña, víctima de su fogosidad en la recta final de la pasada temporada que le significó una fuerte sanción que aún arrastra.

Lejos de la alineación de amistosos anteriores (1-1 ante el Inter y 3-0 frente al Sydney), Neymar protagonizó ayer un día de fiesta y sonrisas, jugndo un buen partidillo, participando activamente en un gol con diez toque de todas las estrellas parisinas y compartiendo bromas, especialmente, con el goleador Cavani, el centrocampista estrella Verratti y, cómo no, con Mbappé.

Tres millones menos

Neymar, que está siendo objetivo, desde que viajó con la expedición del PSG a la concentración de China de un plan especial de preparación y entrenamiento, en el que también participa el defensa Presnel Kimpembe, hizo muy feliz a los casi medio millar de espectadores chinos que se acercaron a Shenshen, vestidos, casi todos ellos, con camisetas del PSG y/o de la selección brasileña.

Ahora se ha sabido que Neymar se quedará sin uno de sus múltiples ingresos, fruto de su complicadísimo y retorcido contrato firmado en su día con el PSG, que le aportaba la friolera de tres millones de euros por figurar entre los diez candidatos a la nominación de 'The Best', cosa que no ha ocurrido esta temporada, debido, logicamente, a los pocos partidos que ha jugado con el PSG y su pobre actuación tanto en la Champions como en la conquista del título francés.