A las puertas de recibir al Ajax en el que puede ser el último partido decisivo para la temporada del Madrid, Modric tomó la palabra, un jugador siempre con mensajes claros y repletos de contenido, todo lo contrario que su entrenador. “Es un partido clave para nuestra temporada”, reconoció en la primera pregunta, antes de desatar una análisis certero y directo, desatado tras una pregunta sobre la venta en verano de Cristiano Ronaldo y la ausencia de sustitutos.

“Es casi imposible buscar un recambio para Ronaldo, pero el club intentó que otros jugadores cubrieran su función y eso no es fácil, algunos tenían que dar un paso adelante, pero no tenemos dos o tres jugadores que consigan 15 o 20 goles. El club ha puesto fe, y me parece bien, en otros jugadores como Bale, Asensio, Benzema, han traído a Mariano, Vinicius lo está haciendo muy bien, pero algunas veces las cosas no salen como queremos”, discurrió el croata.

Balones fuera de Solari

Momentos después de las palabras de Modric, Solari acudió a la sala de prensa para engarzar un discurso plano, sin contenido ni intención de que lo tuviera: “Ronaldo es historia viva del club”, reiteró ante la misma pregunta que desataron las observaciones de su jugador. “Esos análisis no son mi trabajo, yo tengo que llevar esta plantilla lo más lejos posible”, terminó de despejar balones.

Solari, que no puede contar con el lesionado Marcos Llorente ni con Sergio Ramos, sancionado por la UEFA tras forzar una amarilla en la ida, y por la que también se perdería un hipotético partido de ida de cuartos si el Madrid avanza; despachó su rueda de prensa sin mucho más que un comentario que debió ser ingenioso en los años 90 para responder a una pregunta sobre la posible vuelta de Mourinho al banquillo blanco: “Este club siempre ha tenido más candidatos que Julia Roberts”, dijo.

La irregularidad del Balón de Oro

Por contra, un Modric implicado en los problemas del equipo, afectado y con cara de circunstancias mientras analizaba la doble derrota ante el Barça que ha dinamitado en tres días las posibilidades del Madrid en dos títulos; asumió su propia irregularidad y la del equipo. “No empecé bien la temporada, me costaba entrar en el ritmo de los partidos. El problema de esta temporada ha sido la falta de continuidad y de gol”, explicó el último ganador del Balón de Oro.