Marcelino García Toral auguró que si no ocurre nada extraño los detalles van a decidir la final y admitió que lo normal es que el Barcelona tenga más ocasiones que su equipo.

En la rueda de prensa previa a la final de Copa, el técnico del Valencia, mostró el máximo respeto hacia su rival. "La capacidad del Barça en ataque es enorme y nos obliga a un trabajo defensivo casi perfecto durante 90 minutos", destacó. Y eso que tiene claro que él como la mayoría de entrenadores no saben cómo parar a Messi. Su idea pasa porque tenga la menor participación posible.

"Puede que no tenga su día de mayor acierto", aventuró, antes de reconocer que el argentino genera jugadas por sí mismo. "No es un rematador, siempre hace daño, en el remate, en el regate, en el pase y en la definición"

El entrenador admitió que Dembélé y Luis Suárez son muy influyentes para el Barça y que su baja es un problema menos pero recordó que "pueden suplirlos con garantías". También descartó que pueda faltar hambre en su rival. "No creo que haya jugadores del Barcelona que vayan a jugar una final como un partido amistoso. Jugamos contra el Barcelona, no contra un equipo menor", recordó.

Muchas finales

El técnico no escondió su plan de partido. "Me gustaría dominar al Barcelona, tener más posesión y tener más ocasiones que ellos pero no es real. Hemos de tener criterio con balón en ataque y contragolpe", resumió. Marcelino asumió que el Barça tiene más poso pero le restó importancia. "Tenemos la experiencia que tenemos, puede que nos falte pero nos sobra corazón", señaló. Además, apuntó que esta temporada el Valencia ha jugado "muchas finales", algunas veces hasta "dos por semana".

Pese a asumir el potencial del Barça, dijo que tanto él como sus jugadores están convencidos de ganar y que no deben tener presión. "Hemos de tener la activación necesaria para centrarnos en el partido y no en sus consecuencias. Tenemos que alcanzar nuestro máximo nivel y ello va a depender de nuestro atrevimiento, coraje y acierto en las áreas", vaticinó.