Se necesitan delanteros. Y se buscan. Messi y poco más le queda a Ernesto Valverde para presentarse el sábado en el Benito Villamarín en busca de un doblete que no paliará la profunda herida abierta en Anfield, pero sí permitirá iniciar el nuevo proyecto con más calma.

Llega el último partido de la temporada y el técnico culé se encuentra con pocos recursos en el ataque. Ha hecho debutar a dos jóvenes del filial en los dos últimos partidos: Abel Ruiz (Getafe) y Carles Pérez (Eibar). Y ya probó en Ipurúa una fórmula nueva con Sergi Roberto y Malcom escoltando a Messi, el único que resiste después de 59 partidos. Poco a poco se le han ido cayendo las piezas que le rodeaban. Nada más acabar el desastre con el Liverpool, Luis Suárez elegía pasar por el quirófano para recuperarse de las molestias que ha sufrido en su rodilla derecha a lo largo de esta temporada.

Sin el uruguayo, su socio más fiel, el argentino tiene que vivir prácticamente solo porque Coutinho y Dembélé, que se han repartido la otra plaza del ataque, tampoco han sido fiables desde el punto de vista físico. Tras Anfield, Suárez iba directamente a ponerse en manos de Ramon Cugat, su médico de confianza, confiado en llegar a tiempo de poder disputar con Uruguay la próxima Copa América, que arranca el 14 de junio en Brasil. Dembélé ya ni estuvo en Liverpool, castigado como anda por tanta lesión en su segunda temporada en el Camp Nou. Tampoco estará en el Benito Villamarín dejando a Valverde sin muchos recursos. Menos aún si todavía no sabe si podrá disponer de Coutinho, otra pieza frágil. Caía lesionado en los minutos finales del duelo con el Getafe y los médicos fijaron un plazo de 10 días para anunciar su regreso. Un plazo que se cumple mañana. Pero ni siquiera Valverde tiene la certeza de que el brasileño pueda llegar a tiempo de jugar la final de Copa. Una final mucho más importante de lo que parece. No solo porque significaría cerrar el curso con otro doblete, sino porque daría la calma necesaria al club para rediseñar la plantilla.

El nueve que se fichó en enero para dar descanso y entrar en las rotaciones también anda lesionado. Boateng ya ni viajó a Eibar porque el club informó que había sufrido «molestias en la rodilla izquierda». Ese delantero, que llegó en el invierno pasado cedido por el Sassuolo italiano, no le ha dado al técnico lo que quería. Solo ha jugado cuatro partidos en cinco meses. Su aportación al Barça ha sido irrelevante y marginal. Jugó casi cuatro veces más en Italia (15 encuentros) que con la camiseta azulgrana.

Llegado a este punto, Valverde ya tuvo que improvisar con Sergi Roberto como tercer delantero en Ipurúa. Confía, eso sí, el técnico en recuperar a Arthur (ayer ya se entrenó con el grupo) y también a Ter Stegen, pero será suplente en Sevilla.