El Leganés demostró que no vive solo de un gran día, y ante el Espanyol exhibió oficio y una notable capacidad para resetear la mente y vencer por 3-2 para lograr tres puntos que le ayudan a distanciarse de los catalanes. El partido era colofón a una semana para el recuerdo en los locales tras eliminar de la Copa del Rey al Real Madrid, con un triunfo en el Santiago Bernabéu que les inmortalizó en todas las portadas y les dio protagonismo en los telediarios. Ese éxito les permitió clasificarse para las semifinales del torneo. Cualquier otro equipo podría haberse dejado llevar por la euforia y reservarse para intentar seguir haciendo historia más allá de la liga. Pero la conformidad es algo prohibido en el Leganés.