El primer día después del final de una temporada traumática, el Madrid comenzó la catarsis con la ampliación de contrato de Kroos, una nimiedad al lado del torrente de ilusión que ha desatado entre el madridismo la posibilidad, por ínfima que parezca, de que el delantero francés del PSG Mbappé se acerque a vestir de blanco.

Nadie imaginaba esa frase. Y mucho menos los directivos del París Saint-Germain. Kylian Mbappé, una de sus grandes estrellas, ha sembrado dudas sobre su futuro. Ha puesto en duda su compromiso con el club parisino después de una temporada errática, muy por debajo de las aspiraciones, en la que solo ha podido ganar la Liga.

«Creo que estoy llegando a un punto de inflexión en mi carrera, quizá es el momento de tomar más responsabilidades, a lo mejor en el PSG, lo haría encantado, o quizá en otro sitio con otro proyecto nuevo», dijo el delantero galo en la gala de mejor jugador de la temporada en Francia, un lugar icónico para mandar un mensaje con altavoz para la directiva del PSG.

OBJETO DE DESEO BLANCO

El objeto de deseo del madridismo ha dado oficialmente el pistoletazo de salida a un verano que se antoja largo y tortuoso, con tres meses y una reconstrucción por delante. El atacante, campeón del mundo con Francia, ha hecho su primer movimiento en la partida de ajedrez del mercado, que puede terminar para él con el fichaje por el Madrid o con una renovación millonaria, al nivel de Neymar, en el club francés. Mbappé tiene una posición ganadora y quiere aprovecharlo a toda costa.

Esa frase del gran triunfador del año en Francia, que encarna el futuro del fútbol europeo con sus 20 años, agitó aún más el mercado, después del reciente anuncio de Griezmann de abandonar el Atlético de Madrid, sin perder de vista tampoco la posibilidad de que Neymar pueda ser involucrado en alguno de esos movimientos. La pelota está en el tejado del PSG, abocado a satisfacer a su mejor proyecto de presente y futuro o a ver cómo entra en la mayor subasta mundial del fútbol.

En cualquier caso, no parece fácil que el club parisino deje salir a su gran estrella, el pilar del proyecto junto a Neymar, por quien pagó 222 millones de euros al Barça hace dos años en busca de conquistar la Liga de Campeones. Pero el equipo francés se ha estrellado en ese reto y ahora se enfrenta al reto de mantener, y además con satisfacción, a su rutilante plantel de estrellas en el que las jerarquías marcadas por la escala salarial han quedado obsoletas ante lo exhibido sobre el césped.

En la época de esplendor de fichajes del Madrid de Florentino Pérez, sería indudable que esta, como tantas otras, sería una operación orquestada desde la directiva blanca para terminar fichando a la estrella mundial de turno; pero el poder adquisitivo de los competidores blancos abre la puerta a que el club madrileño no termine siendo más que un recurso de Mbappé para presionar a su club, no un destino final, al menos este verano.

EL FACTOR ZIDANE

El factor de la vuelta de Zidane es la gran baza de un Madrid que, hasta la llegada del entrenador francés, parecía desnortado en la elaboración del próximo proyecto. El atrayente influjo del técnico ganador de tres Champions seguidas es el gran reclamo de un equipo en plena reconstrucción.

«Para mí, era hora de decirlo. Soy así. Cuando digo algo, lo pienso», explicó después Mbappé negando así que fuera una decisión poco meditada. «Era el momento adecuado para decirlo. ¡Eso es, lo dije!», insistió en su deseo de tener más responsabilidades. «Si es en el PSG, estará bien. Si es en otra parte pues estaré preparado para un nuevo desafío».

Entre tanto, el Real Madrid sigue en su papel, con esos guiños más o menos imbuidos por la prensa, pero tan claros, ilusionados e insistentes como lo hacen con Pogba, otro nombre en el centro del huracán, además de los avanzados Hazard y Jovic. «Me gusta mucho Mbappé como jugador. Tengo un buen contrato, pero no puedo compararlo, eso es una cosa del club», comentó Toni Kroos en el acto de ampliación de su vinculación.

KROOS RENUEVA HASTA 2023 Y BALE VENDE SU VIVIENDA

El alemán Toni Kroos y el Real Madrid llegaron ayer a un acuerdo para la ampliación del contrato del centrocampista hasta el 30 de junio de 2023. Kroos, que llegó al club blanco en 2014.

Distinto es el caso de Gareth Bale, que según pudo saber este periódico estuvo ayer en una notaría del centro de Madrid procediendo a la venta de su vivienda.