Una vez más, el fútbol vuelve a regalarnos una de esas historias emotivas, y que devuelven a un deporte, cada vez más corrompido por el dinero, a su esencia más pura. Esta vez la protagonista ha sido Julia, una joven cordobesa que el pasado jueves tuvo la oportunidad de presenciar el partido de Copa que enfrentó al Barcelona y al Valencia. No se lo pensó: «Me hice 900 kilómetros en coche por la mañana y me planté en el partido», decía ayer emocionada ante las cámaras de Cuatro, unas imágenes que han dado la vuelta a España. Julia tenía una única razón: quería conocer en persona a su ídolo, Sergio Busquets.

Ataviada con sus mejores galas, la camiseta del Barça con el 5 de Busquets, la cual se había colocado del revés, para que quedase claro quién iba a ser el foco de todas sus miradas. Su localidad quedaba situada justo detrás del banquillo del FC Barcelona, al lado del túnel de vestuarios por el que Busquets saltó al campo para calentar. Fue ese momento, en el que por primera vez tenía a su ídolo a tan solo unos metros, cuando Julia no pudo contener la emoción y rompió a llorar. No se lo podía creer, era él, Sergio, su Sergio, y estaba tan cerca.

Fue entonces cuando Julia llamó la atención del jefe de seguridad del FC Barcelona para hacerle llegar a su ídolo «una carta en la que le decía lo que significaba el fútbol para mí. También le decía por qué era mi jugador favorito y qué es lo que me gusta de su forma de jugar». El jefe de seguridad lo hizo posible, pero eso no era todo, había algo más, también le comunicó que al finalizar el partido no abandonase su asiento. «Imagínate con el nerviosismo que viví todo el partido...», comentó.

Y llegó el momento. Se acabó el partido con victoria del Barça, pero eso no importaba, Julia aguardaba su sorpresa tal y como el miembro de seguridad le había indicado. Y por fin, su ídolo, Busquets, se acercó hasta su posición, donde se fundieron en un emotivo abrazo. Su cara reflejaba la emoción del momento. Además Sergio le regaló la camiseta del partido. Julia no podía articular palabra, su sueño se había hecho realidad. Nunca olvidará ese jueves en el Camp Nou. día en el que conoció a Busquets.