No hará falta que nadie se lo explique a Frenkie de Jong, el primer gran fichaje del Barça, cerrado el pasado mes de enero gracias a la intervención directa del presidente Josep Maria Bartomeu, que viajó expresamente a Amsterdam para evitar que se marchara al City. Pero el joven, de 22 años, descubrirá pronto cómo es realmente el Barça, un club volcánico, capaz de alterar su agenda horas antes de su esperada puesta de largo.

"Ja estic aquí», dijo en catalán a los medios oficiales del club antes de posar en la tienda del Camp Nou. Mientras iba camino del estadio también cantó el himno del club, ajeno, en todo momento, al clima de tensión que agita al Barça. Un clima que, aunque no lo crea, también le afecta a él.

Este viernes, sin ir más lejos, debería acompañarle Jordi Mestre en la sala de prensa del templo azulgrana. Pero no estará el exvicepresidente deportivo porque dimitió apenas 48 horas antes. Esa silla, que estaba vacía, será ocupada por el presidente Josep Maria Bartomeu, que se desdoblará en su nuevo rol, exponiéndose así a acaparar todo el protagonismo mediático por encima de De Jong, el primer gran fichaje del nuevo proyecto de Valverde.

En enero, el Barça pagó 75 millones de euros más 11 en variables para darle al técnico uno de los centrocampistas más prometedores del fútbol europeo, capaz de enraizarse con el tradicional estilo de toque que tiene el Barça.

Por mucho que le haya contado Koeman, el seleccionador holandés, sobre el Barça, siempre hay algún elemento nuevo para sorprenderle. Por muchos consejos que haya recibido de Overmars, otro exazulgrana, que ejerce actualmente de director deportivo del Ajax, descubrirá a partir de hoy lo que realmente es su nuevo club.

«Creo que disfrutaré»

"Firmé hace medio año y ya tenía muchas ganas de estar aquí", admitió De Jong. "De niño siempre soñé con jugar en el Barça, claro que me gusta mucho la forma de jugar que tiene. La filosofía del Ajax y Barça son parecidas, creo que disfrutaré", dijo el holandés, expresando su alegría de compartir equipo y vestuario con Messi.

"Estoy muy feliz. Lo veré ahora como un compañero, ya no como ídolo", añadió convencido de que "Holanda y el Barça siempre han tenido una gran conexión. Espero poder seguir con ella y ser uno de los buenos holandeses".