Irene Paredes (Legazpia, 1991) mantiene el rostro serio 24 horas después que España fuera derrotada por Alemania (1-0) en el segundo partido del Mundial femenino de fútbol en Francia. Veterana con solo 27 años y una de las capitanas de la selección, la jugadora del PSG hacía autocrítica nada más terminar el choque contra las favoritas. "Hemos dado buena imagen pero con buena imagen no vamos a ningún sitio", decía. Tras reposar el partido y empezar a preparar el último encuentro de la primera fase antre China, la defensa española insiste en la necesidad de pasarlo mal para competir en el siguiente encuentro: "Es tiempo de dolor, de análisis y de trabajo para demostrar que estamos ahí".

¿Ha cambiado su percepción del partido? Sigo estando dolida. No deja de ser una derrota. No sé si desde fuera se quiere pintar como que lo hicimos muy bien y no sé si la gente se esperaba que se podía jugar así. Desde dentro sabemos la calidad que tenemos y hay sensación de que podíamos haber hecho más. Esa sensación de pensar que podías haber evitado el gol es muy dura, pero no queda otra que quedarnos con lo positivo. Volvemos a tener otro partido el lunes y tenemos que seguir entrenando para evitar esas cosas.

¿Esos detalles son la diferencia entre España y las favoritas? ¿Falta competitividad? No lo sé. Tuvimos suficientes razones para ganar, podíamos habernos llevado el partido. Contra Sudáfrica por el contrario no hicimos un juego bonito pero te lo llevas. Estamos ahí y tiene que llegar el momento de demostrarlo.

Decía Jorge Vilda que España ya estaba en la élite. Acabamos de llegar pero sí estamos. Hace falta consolidarse y ganar a esas potencias a las que le estás plantando cara.

¿Qué le falta al fútbol español para estar a ese nivel? Falta competir a un ritmo que muchas veces no tenemos en la Liga española, aunque los equipos que juegan Champions pueden notar más esa alta intensidad, con un juego muy físico los 90 minutos. Ahora mismo la gente que está en la selección tiene esas cualidades y falta muy poquito. Tenemos que trabajar no para estar con ellas, sino para pasarles por encima".

Esa diferencia ya la notaría cuando se fue al fútbol francés buscando competitividad. ¿Siguen existiendo esas diferencias en el trabajo? Tenía intención de crecer y mejorar. Cuando me fui la liga francesa estaba muy por encima de la española pero entre equipos no se notaba, había tres clubes muy por encima. Es verdad que la intensidad y la velocidad de los partidos es mayor. En la Liga se está mejorando pero hace falta más, estos países llevan muchísimos altos a un nivel altísimo. Acabamos de llegar y tenemos que ser mejores.

¿A qué se refiere con que hace falta más? A tiempo. Cuando haces cambios necesitas adaptación y retoques. Estamos en eso. No nos conformamos con hacerlo bien y competir si luego no sirve para ganar los partidos. Normalmente cuando perdonas luego acabas pagando y contra Alemania el gol no es que fuese una ocasión de que lo han hecho muy bien porque son Alemania, se la regalamos nosotras. Son partidos puntuales. Lo que fallamos en esta ocasión puede que al día siguiente entre.

Como capitana, ¿qué traslada a las jugadoras en estas ocasiones? En días como este no les digo nada. La gente está disgustada porque perdimos pero al mismo tiempo hay sensación de que faltó poco, de que apretando más y entrenando para corregir errores puede llegar el momento de ganar a quien se ponga por delante. Pero la gente está dolida.

¿Cómo se levanta el ánimo? Es bueno tener un tiempo de dolor, de analizar los errores que hicimos cada una, en conjunto. Todo el mundo hizo pases y despejes malos y eso hay que analizarlo. Hay que pasarlo mal para estar listas para competir en unos días.

Habla de dolor. ¿Es uno de sus peores días deportivamente? Es de los malos, de los días que te despiertas y dices qué pena, qué rabia. Pero nos ha pasado más veces. Pierdes y te tienes que reponer. Si nos lamentamos lo haremos mal contra China. Hay que darle la vuelta, confiar en las cosas que podemos hacer bien e ir a por ellas.

España tiene que ganar a China para garantizar la segunda plaza y los octavos de final. Complicaron la vida a Alemania en el primer partido. ¿Cómo lo afrontan? Lo más importante es imponer nuestro juego. Contra Sudáfrica no lo hicimos y sufrimos. Con Alemania también. Es la línea: hacer nuestro juego, someter al rival y sumar opciones de ganar.