Las renovadas esperanzas del madridismo para la próxima temporada han despegado entre buena parte de la afición, con la confirmación de la llegada de Hazard al Madrid, un fichaje diferencial en el último lustro blanco, en el plano deportivo y en el económico.

Desde la llegada de Florentino al palco del Bernabéu, el dispendio en busca de la estrella rutilante de turno fue casi constante hasta la llegada de James en 2014, un fichaje que bajó el nivel respecto a los grandes fichajes de Florentino, desde Figo hasta Bale, siempre marcando techo de gasto mundial.

Ante la necesidad, el Madrid ha vuelto a incorporar a un jugador de primer nivel, aunque pese a la situación contractual de Hazard, Florentino va a pagar más dinero por el belga del que el club recibió hace un año por la venta de Cristiano Ronaldo.

100 MILLONES MÁS VARIABLES

El Chelsea apretó hasta el final, contra el posicionamiento claro de Hazard, y el Madrid pagará 100 millones de euros fijos, más unas variables que se pueden ir desde los 30 millones que apuntan los medios afines al Madrid hasta los 40 que señalan medios ingleses o los 70 que apunta la BBC británica, algunas por objetivos factibles como que el Madrid se clasifique para la Champions League y otros más ambiciosos, como que Hazard gane el Balón de Oro, lo que convierte al atacante en el fichaje más caro de la historia blanca.

El batacazo de la temporada ha precipitado, en unas semanas, las apuestas que el Madrid tendría que haber hecho de forma paulatina en los años de bonanza, en los que un central como Militao o un delantero como Jovic hubieran caído en un ambiente idóneo para adaptarse a la exigencia blanca. Las apuestas fueron en otra dirección, hacia jugadores que han perdido buena parte del caché que les llevó al Madrid y a los que ahora el club les busca una salida.

A la fuerza, la superpoblación de la plantilla blanca (36 jugadores) obliga a acelerar las salidas, tanto como se han precipitado las llegadas, aún a inicios del mes de junio, al menos para que en las presentaciones de la próxima semana, Jovic y Hazard puedan lucir los números que llevarán el próximo curso, ahora en posesión de jugadores como Mariano (el 7) o Bale (el 11), dos ejemplos de una decena de jugadores con el prestigio mermado de los que se tiene que deshacer, al mejor precio posible, un Madrid que tiene que vender.

LIDERAZGO

Con Hazard, el nuevo proyecto de Zidane adquiere un jugador de verdadero primer nivel mundial, sobradamente contrastado, con hambre por dar el salto definitivo al olimpo de los futbolistas que pasan a la historia y con el potencial para poder conseguirlo.

El belga es un salto de calidad y prestigio que el Madrid necesita como una sombra en un desierto. Además, recupera un liderazgo que había perdido con la venta de Cristiano Ronaldo, la cabeza visible de una nueva forma de jugar, a la espera de que se complemente con un centrocampista físico, como Pogba, basada en la presión intensa, el despliegue físico y las transiciones rápidas.

Otro sector del madridismo, aún herido y consciente de que las hegemonías en la Liga de Campeones son efímeras y poco frecuentes, exige la llegada de otro atacante de primer nivel, temeroso de que los movimientos del Madrid sean insuficientes, entre jóvenes con casi todo por demostrar y veteranos con todo ya demostrado, a los que los goles de Ronaldo taparon las vergüenzas durante años.