Florentino Pérez busca culpables de la aguda e inexplicable crisis del Madrid y no es probable que empiece por pedirse cuentas a sí mismo, siendo como es el principal responsable de la planificación de la plantilla una temporada tras otra. Los aficionados hace ya tiempo que bucean a la búsqueda de los causantes de un desplome tan escandaloso y en este nefasto inicio de 2018 se han quedado sin un objetivo como Benzema para descargar las frustraciones que les provoca la errática marcha del equipo. Tampoco a Keylor Navas puede achacársele otra cosa que evitar que los patinazos del Madrid sean aún más graves. Ni a Bale que no esté a la altura, porque desde su reaparición ha sido de lo poco salvable. Más pronto que tarde dirigirán su mirada hacia el banquillo y el palco.

Ahora los objetivos son Marcelo, Kroos, Modric y sobre todo Cristiano Ronaldo, que ya solo es intocable para Zinedine Zidane y a quien ya no se le perdonará otra actuación decepcionante más, una vez comprobado que luce su peor registro goleador en las últimas 12 temporadas, con cuatro goles en toda una primera vuelta, aunque en Europa mantenga el nivel, con nueve goles en seis partidos. Tampoco se tolerará al técnico otro batacazo como el del sábado ante el Villarreal. Ha perdido ya más puntos que en toda la temporada pasada (22) y suma 11 menos que hace un año debido a que lleva el mismo número de victorias (nueve) que de tropiezos: cuatro derrotas y cinco empates. Lo dicho, el Madrid ha pasado de cerrar su año más triunfal -Liga, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubs— a metamorfosearse en tiempo récord en un grupo expuesto a cualquier contingencia desagradable a poco que el rival de turno le plante cara. Y el PSG en puertas para comprobar si el conjunto madridista es capaz de agarrarse otra vez a la Champions a la desesperada para salvar una temporada que cada vez se ensucia más. El cruce contra el equipo que rompió el mercado con la contratación de Neymar y Mbappé el verano pasado puede ser además el episodio que acabe de convencer a la estrella brasileña para forzar su salida hacia Madrid, en el caso de que los blancos le dejen sin posibilidad de optar al primer título europeo, la gran obsesión de Nasser Al-Khelaïfi. Es lo que espera Florentino Pérez, que en caso contrario tendrá que vaciar la caja para incorporar a algunos de los Kane, Hazard, Salah, Icardi y demás objetivos. La renovación hasta el 2020 de Zidane quedaría de paso convertida en papel mojado.

Por el momento, el presidente blanco está dispuesto a hacer todo lo que esté en su mano para incorporar a Neymar el verano próximo. Ofrecerá a Ronaldo, a quien parece que no está dispuesto a doblarle el sueldo, para que se acerque a los más de 40 millones de euros que cobra Messi en el Barcelona después de su renovación. Considera Florentino Pérez que sería una buena salida para el goleador portugués, que a su vez siempre ha sido objeto de deseo para Al-Khelaïfi.