Un dispositivo de seguridad "excepcional" formado por 1.250 policías, entre gendarmes y policías nacionales (CRS), se movilizará el miercoles para velar por la final de la Europa League,que se celebra en Lyón (20.45 horas) entre el Atlético y el Olympique de Marsella.

Según ha informado la prefectura de Lyón el dispositivo será el doble al que se empleó con motivo de la Eurocopa del 2016. A los 1.250 policías movilizados se superan los policías municipales de la ciudad. También colaboraron con ellos los 1.100 guardias de seguridad que operarán dentro del Estadio Groupama; entre ellos 200 enviados por el Olympique de Marsella y 20 del Atlético. Se prohibirán, según la normativa, las bebidas alcohólicas, los petardos y los dispositivos pirotécnicos.

LOS SEGUIDORES

Está previsto que se desplacen 9.500 aficionados rojiblancos y 11.500 del Marsella, cuyo viaje es más plácido por la cercanía entre Lyón y Marsella, a solo 310 kilómetros. La policía tiene controlada la llegada de entre 2.000 y 3.000 hinchas del Marsella sin la entrada correspondiente y que han preferido estar cerca de su equipo antes que seguir la final en las pantallas gigantes que se instalarán en el estadio del Vélodrome donde se espera la presencia de 45.000 personas.

Los desplazamientos de los seguidores marselleses se efectuarán en coche particular, autobuses y trenes, mientras que los españoles viajarán preferentemente en Avión. La afición del Olympique se instalará en la zona sur del estadio y la rojiblanca en la parte norte. La policía tratará de evitar cualquier contacto entre ambas hinchadas con barreras para que no se mezclen entre sí.