A principios del 2013, una representación de un equipo de fútbol americano visitó la Casa Blanca y fue recibido por Barack Obama, el presidente de entonces de EEUU. Alguien le propuso que se pusiera el casco con el emblema de dicho equipo para las fotos. Quedaría simpático. Con la sonrisa abierta que le caracterizaba, Obama rechazó la oferta de forma cortés, pero sin margen para la negociación. "Si eres el presidente, no te pones nada en la cabeza. Eso se explica en primero de Política", replicó.

Es una lección que se ha transmitido de generación en generación de asesores políticos. Un presidente con un casco o sombrero es objeto de caricaturización segura. Y más ahora con la explosión de las redes sociales y las mil maneras de editar imágenes.

Si este consejo alguien se lo explicó algún día a Josep Maria Bartomeu, lo olvidó o lo ignoró por completo este miércoles, visto su porte en la visita programada para prensa a las obras del Estadio Johan Cruyff. Como todos los que acudieron a la convocatoria, Bartomeu se puso un casco de obrero. Y el directivo Jordi Moix, el comisionado del Espacio Barça. Y los miembros de la dirección técnica, encabezados por Pep Segura. Y los políticos locales de Sant Joan Despí, ubicación del estadio que sustituirá al Mini Estadi.

RUINAS ROMANAS

Todos con la cabeza protegida escucharon a Moix avanzar que el estadio en que jugará a partir de la próxima temporada tanto el Barça B, como el equipo juvenil y el equipo femenino, estará terminado en un plazo de unos tres meses, allá el mes de junio. Debería, según los planes iniciales, haberse terminado ahora por estos días, pero el hallazgo de unas ruinas romanas, según desveló el propio Moix, forzó un parón y el consiguiente retraso.

"Va a quedar un estadio muy futbolero, que es lo que queríamos", expuso Moix. Será un campo para 6.000 espectadores, al lado de la Masia, visible su marquesina desde la autopista que entra y sale de Barcelona. Próximamente se anunciará los equipos que disputarán el partido inaugural. ¿Un Barça-Ajax juvenil? Puede ser.

Bartomeu, liberado ya del casco, reivindicó la obra como una conquista del tesón de la directiva. "Aquellos que dudaban de que un día se hiciera el Espacio Barça, pues aquí está", dijo el mandatario. El Estadi Johan Cruyff es ciertamente la primera ficha del dominó del Espacio Barça. Una vez inaugurado, podrá procederse a la demolición del Mini y ubicar ahí el nuevo Palau Blaugrana mientras paralelamente se empiezan las obras en el Camp Nou.

"Este estadio -señaló Bartomeu- es la joya de la Ciudad Deportiva. Como ha sido siempre, desde la Masia los jóvenes soñarán con debutar aquí, trampolín hacia el Camp Nou o cualquier otro club europeo". En este punto aportó el dato, se supone que cierto, de que la Masia del Barça aporta más jugadores que ningún otro club en las cinco principales ligas europeas. Se supone que es para vanagloriarse. Y si no, siempre cabe el recurso de protegerse con el casco.