El Sevilla tiene contra las cuerdas al Barcelona, el equipo que más títulos de la Copa del Rey atesora y que ha conquistado los últimos cuatro torneos del k.o en España, en una eliminatoria en la que los de Pablo Machín parten con un 2-0 y los de Ernesto Valverde tienen prácticamente todos los precedentes en contra para la remontada.

El planteamiento del técnico azulgrana en la ida, donde dejó fuera de combate a tres de sus principales jugadores (Messi, Suárez y Busquets), y las declaraciones posteriores de Gerard Piqué: "Si le damos la vuelta bien, si no otro año será" confunden al entorno azulgrana. ¿Irá su equipo a por una posible remontada sin reservas o se lo tomará con calma?

El resultado es tan complicado para los azulgrana que solo en una de las siete ocasiones en las que han afrontado la vuelta de una eliminatoria copera con un 2-0 en la ida han sido capaces de remontar la situación y de eso hace mucho, porque la única vez fue en los octavos de final frente al Mallorca, cuando le dieron la vuelta al 2-0 de la ida con un 5-1 en la vuelta.

En Copa, el Barça no queda fuera de la competición en eliminatorias desde las semifinales de la 2012-13, cuando cayeron frente al Real Madrid. Ahora, las incógnitas son múltiples y Valverde tiene la llave. Los escenarios son variados: o decide darle protagonismo a canteranos y jugadores poco habituales, o mezcla a titulares con suplentes o va con todo y pone a su equipo de gala.

Teniendo en cuenta los precedentes y que el Barça es el campeón de las últimas cuatro ediciones coperas, todo apunta a que Valverde se decidirá por poner a su mejor once. De hecho, el año pasado, cuando tuvo que remontar el 1-0 que consiguió el Espanyol en la ida, el técnico extremeño decidió alinear a su mejor equipo para darle la vuelta a su situación.

Así todo apunta a que salvo Cillessen, habitual portero en la competición copera, en sustitución de Ter Stegen; los otros diez serán titulares habituales. Seguramente la única duda está en el centro del campo, en una pieza que puede resultar decisiva: Arthur o Arturo Vidal.

Si juega el brasileño, el Barça tiene el control como se demostró en Girona cuando entró en sustitución del chileno, mientras que cuando Arturo Vidal está en cancha, su equipo tiene más presencia en el área contraria.

Respecto al último partido, Sergi Roberto podría recuperar su puesto en el lateral diestro, en detrimento de Semedo, autor de uno de los dos goles del Barça en Montilivi. Delante, una de las principales preocupaciones de Valverde es recuperar a Coutinho. Lesionado Dembélé, el brasileño suele ser el elegido, pero también cabría la posibilidad de que como en la ida jugara Malcom, que tuvo una gran ocasión en el primer tiempo.

El Sevilla llega al Camp Nou, un campo históricamente 'maldito' para los nervionenses, diezmado por las muchas bajas en el plantel de Pablo Machín, pero reforzado anímicamente al haber levantado de nuevo el vuelo a partir de su triunfo en la ida de este duelo y con la ambición de hacer valer esa renta para acercarse a otra final.

El subcampeón copero, cuarto en Liga y con el aval de sus quince jornadas seguidas en zona 'Champions', había enlazado tres derrotas -dos ligueras y una intrascendente en Copa- antes de ganar a un Barcelona que reservó a varios titulares en la ida: el principal, Leo Messi, gran verdugo del Sevilla al haberle hecho 32 goles en 35 partidos; y de golear después 5-0 al Levante.

Machín y su equipo saben que la empresa será complicada por el potencial del campeón de los cuatro últimos años, más aún si juega el astro argentino, "el mejor jugador del mundo" e "imparable" si tiene un buen día, como ha admitido el soriano, convencido también de que su equipo no saldrá atemorizado ni a verlas venir.

El Sevilla suele ser fuerte en eliminatorias, pero sólo tumbó al Barça en cuatro de sus doce cruces en Copa (1944, 1946, 1973 y 2010) y tiene aún pendiente la revancha de sus cinco últimas finales perdidas ante los culés: las de Copa de 2016 y 2018 -ésta por un humillante 5-0- y sus Supercopas de España, y la de Europa de 2015.

A pesar de estos precedentes, los sevillistas tienen claro que darán todo, el máximo, al estar a un paso de su novena semifinal en esta centuria, lo que les acercaría a la que sería su quinta final del siglo XXI -ganó las de 2007 y 2010-.

Para ello, hacer al menos un gol en el Camp Nou sería clave para el equipo hispalense, responsabilidad en la que destacan el francés Ben Yedder, el luso André Silva y Sarabia como máximos goleadores, pues esto obligaría a los azulgranas a marcar cuatro.

El Sevilla intentará además sobreponerse a la plaga de lesiones que padece (los exazulgranas Nolito, Munir y Aleix Vidal, Jesús Navas y los galos Gnagnon y Gonalons), mientras que están tocados el austriaco Max Wober, Sergio Escudero, Sarabia o Sergi Gómez.

De ellos, sólo Escudero no ha llegado a tiempo para esta cita decisiva, en la que Machín podría mantener en la portería al joven Juan Soriano y cubrir las bajas de tres de sus carrileros con el holandés Quincy Promes en la derecha y Wober o el brasileño Arana en la izquierda, con alguna opción también para el argentino Mercado.

Alineaciones probables:

Barcelona: Cillessen; Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Alba; Busquets, Arthur, Rakitic; Messi, Suárez y Coutinho o Malcom.

Sevilla: Juan Soriano; Carriço, Kjaer, Sergi Gómez; Promes, Sarabia, Banega, Roque Mesa, Wober o Arana; Ben Yedder y André Silva.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano)

Campo: Camp Nou

Hora: 21.30