El Real Betis ganó 3-5 al Sevilla en un derbi frenético y con muchos goles, y le brindó el mejor regalo de Reyes a su afición, al volver a vencer en un duelo sevillano en liga casi seis años después y en el estadio del eterno rival. Los béticos aprovecharon los errores defensivos del Sevilla y demostraron más intensidad, lo que les llevó, tras una primera mitad igualada, a adelantarse dos veces e irse al descanso con 2-2, y a rematar la faena en una segunda mitad con cuatro goles más (uno local y 3 visitantes) ante el naufragio de los sevillistas. Hasta tal punto fue veloz y sorprendente el arranque que sólo se llevaban 23 segundos cuando el Betis silenció el Sánchez Pizjuán, al marcar el canterano Fabián Ruiz el 0-1 de un zurdazo ajustado al poste desde la frontal del área, en un fallo de la zaga local. Este rápido varapalo espoleó al Sevilla que, tras un cabezazo fuera del danés Kjaer, le imprimió ritmo a su fútbol y desarboló al cuadro verdiblanco. Así, pronto llegó el 1-1 al rematar Ben Yedder en el área chica una falta botada por Escudero en el minuto 13. El Sevilla quiso imponer su mayor dominio pero, en su segunda ocasión, fue de nuevo el Betis el que se adelantó (1-2) en una falta botada desde la derecha por Joaquín, que el marroquí Feddal cabeceó al fondo de la red, a los 21 minutos. Nuevamente empató el Sevilla, esta vez con un gol obra de Kjaer. Tras el descanso, el Betis salió con una marcha más al campo, y para el minuto 64 ya vencía por 2-4. Los locales acortaron distancias, con un gol de Lenglet en el 67’, pero pese al acoso sobre el área de Adán, no logró el empate. En el descuento, Tello marcó a la contra para poner el definitivo 3-5.