Con los deberes hechos y escaso interés deportivo llega una nueva edición del Clásico del fútbol español en el Camp Nou, donde el Barcelona exhibirá el doblete Liga-Copa del Rey y el Real Madrid la nueva clasificación para la final de la Liga de Campeones.

Clasificatoriamente tiene nula relevancia el partido para el equipo de Ernesto Valverde, con el título asegurado la pasada jornada en A Coruña al vencer al Deportivo, que unió al logrado una semana antes en el Wanda Metropolitano de Madrid ante el Sevilla en la final de la Copa del Rey.

Por lo tanto, el Barcelona, que celebró esta semana por las calles de la Ciudad Condal, mostrará de nuevo en el Camp Nou ante sus incondicionales el octavo doblete de su historia, logro de gran valor sobre todo a la vista de las dudas generadas en agosto pasado con la clara derrota en la Supercopa española ante el Real Madrid.

Este nuevo éxito a nivel doméstico, sin embargo, no acaba de consolar del todo a la afición azulgrana de la decepción de la dolorosa eliminación en los cuartos de final de la Liga de Campeones en Roma, sobre todo por haber dejado escapar en el Olímpico el 4-1 con el que acudió y por la imagen dada.

El Real Madrid, mientras tanto, presenta en el coliseo barcelonista la reciente clasificación para la final de la Champions de Kiev, en la que se enfrentará el próximo día 26 al Liverpool inglés.

La discreta actuación en la Liga y en la Copa del Rey tienen su contrapunto con su andadura continental, donde el conjunto de Zinedine Zidane tratará de agrandar su historia y sumar su tercera corona consecutiva.

En cuanto a LaLiga, el Real Madrid también lo tiene todo prácticamente hecho. Le queda por saber si concluirá la campaña segundo, tercero o cuarto. Nada que le haga perder el foco de Kiev por cuanto los cuatro clubes españoles están clasificados para la próxima fase de grupos de la Liga de Campeones.

Tiene al Atlético de Madrid cuatro puntos por delante y al Valencia cuatro por detrás, si bien el Real Madrid aún tiene pendiente el aplazado en el Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla, con lo que podría sumar tres puntos más que rojiblancos y valencianistas.

Por este motivo, horas antes de la nueva edición del Clásico una de las incógnitas será saber si Zidane, a la vista del desgaste acumulado ante el Bayern y la situación física de varios de los jugadores indiscutibles, recurre a numerosas rotaciones y por lo tanto a la 'segunda unidad' aún tratándose de un partido de tanta relevancia mediática e incluso para ambas aficiones.

Otro de los aspectos que han provocado polémica y morbo ha sido la cuestión del pasillo, de si el Real Madrid debiera hacérselo al Barcelona tras la consecución de la Liga.

Hace tiempo Zidane dijo que no lo harían después de que el cuadro azulgrana se negara a hacérselo a su rival tras conseguir los blancos el Mundial de Clubes, al argumentar que no habían participado en dicha competición.

Partido, por otra parte, muy especial para Andrés Iniesta, que disputará su último Clásico tras anunciar su adiós al Barcelona al final de temporada, y en el que Leo Messi, el máximo artillero de la historia de estos enfrentamientos, tratará de incrementar su cuenta para alejarse del egipcio Mohamed Salah en la lucha por la Bota de Oro europea.