Así jugó el Real Madrid el derbi liguero de la vigésima tercera jornada disputado contra el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano (1-3).

Courtois (6): su reencuentro con la afición atlética fue hostil. Recibido con peluches de rata en una acusación de pesetero y silbado cada vez que tocó el balón. No le intimidó para comenzar rápido en sus salidas hasta que fue superado con facilidad por Griezmann en el gol del rojiblanco. Por debajo de las piernas, donde duele a un portero. Su primera parada llegó a la hora de partido a un latigazo arriba de Giménez. No tuvo mayor trascendencia en el partido y el VAR le salvó en el segundo que encajó ante Morata. Celebró por todo lo alto los goles.

Carvajal (6): la ausencia de una marca fija por la movilidad de Lemar, le llevó a ayudar a tapar a Griezmann en labores defensivas. Intenso como siempre, dando el máximo en cada balón, pero rebajando su aportación ofensiva sin subidas de peligro. Recibió dos entradas de su gran amigo Morata y una muy dura de Lucas Hernández.

Varane (8): está en su mejor momento de la temporada, confirmando sus buenas sensaciones del clásico en el derbi. Sobrio en su marcaje a Morata, fuerte en el juego aéreo, muy rápido para evitar acciones de gol del rival. Exhibió tranquilidad en la salida de balón en los minutos de presión alta rojiblanca y dejó una imagen repleta de firmeza.

Sergio Ramos (8): clave en la faceta ofensiva, rematando el córner en un balón que se convirtió en asistencia a Casemiro en el primer tanto y extendiendo su pleno de aciertos en lanzamiento de penaltis, ocho de ocho, para poner de nuevo por delante en el marcador al Real Madrid. En defensa tiró de galones pero cometió un error al quedarse enganchado en la acción del gol de Griezmann, rompiendo el fuera de juego. Mejoró en la segunda mitad para evitar agobios.

Reguilón (8): no para de crecer y dejó un gran partido en su primer derbi, sin importarle la grandeza del duelo que encara. Exhibición física con sus continuas incorporaciones ofensivas y su fuerza defensiva. Secó a Correa en su marca y se sobrepuso a todo, hasta una dura entrada que recibió a los cinco minutos en el tobillo por una entrada de Arias que no le condicionó.

Casemiro (9): recuperó la mejor de sus imágenes imponiendo su figura en el centro del campo. No se cansó de robar balones y destruir jugadas del rival. Desde el inicio mostró intensidad en sus entradas, presentando pronto sus credenciales. Encontró el premio del gol, con un buen desmarque en el segundo palo en un córner, enganchando una media tijera a la red. Ganador de todos los duelos individuales fue el dominador del centro del campo.

Kroos (6): rebajó su influencia en el juego respecto a la imagen imponente que dejó en el primer acto del clásico del Camp Nou. Cuando el Atlético de Madrid apretó no apareció para aumentar la posesión e instalar la calma. Se descolgó en ataque para intentar superar a Oblak con un disparo ajustado al poste. Fue de menos a más, entrando más en contacto con el balón en el segundo acto cuando hizo crecer su estadística de acierto en el pase.

Modric (7): sufrió sin balón en momentos del partido, de nuevo inmerso en una batalla física en la medular en la que debe aportar otros aspectos futbolísticos donde brilla más. Suyo fue el primer remate madridista, de cabeza sin encontrar puerta. Impreciso de arranque con el balón en fallos impropios de su calidad, por la presión rival, pero aumentando protagonismo en la segunda parte hasta acabar generando el tanto de la sentencia con su visión de juego a la velocidad de Bale.

Lucas Vázquez (6): perdió influencia en ataque pero dejó un gran trabajo defensivo que refuerza al bloque. Perdonó un pase perfecto de Vinicius, rematando en carrera alto, y chutó arriba su segundo intento en la segunda mitad. Fue amonestado pronto, a los 21 minutos, pero no le influyó. Apareció lejos de su zona de influencia, con menos desborde en los últimos metros y llegadas por banda de lo que es habitual en su juego.

Vinicius (9): dejó una exhibición en el Wanda Metropolitano siendo siempre referente ofensivo madridista en los 57 minutos que estuvo en el campo. Se marcó siempre de Arias pegado a banda izquierda. Comenzó el derbi con una acción en la que dejaba pasar el balón por debajo de las piernas lanzando un contragolpe que fue el aviso de lo que llegaría. Todo lo hizo bien. Un pase con el exterior del pie derecho medido a Luvas, pases atrás tras sus carreras hasta línea de fondo. Devoró los espacios. Pidió falta en el origen del gol rojiblanco y se desquitó siendo derribado en el penalti que volvía a poner por delante a su equipo. Solo le faltó tirar a puerta en un partido brillante.

Benzema (6): no fue determinante, como venía siendo en los últimos partidos, sin poder actuar como 9 pero descolgándose de una zona donde no llegaban balones para aparecer en otras donde conectar con sus compañeros. Dejó muestras de calidad, como un regate de espaldas a Godín. Conectó bien con Vinicius. Le faltó entrar en juego con continuidad, víctima de la evolución del partido y solo dejó un remate, de cabeza a los 73 minutos, que no encontró puerta.

Bale (8): sorprendió su suplencia por segundo partido grande consecutivo. Disputó 33 minutos, en los que andaba desaparecido hasta que con espacios para correr explotó sus virtudes en la banda izquierda. Apareció para sentenciar el derbi con un disparo cruzado. Era su gol cien como madridista y una celebración para la polémica de la historia de los derbis, con un corte de manga a la afición atlética.

Ceballos (-): entró en el minuto 84 para dar mayor control del partido en los últimos compases del derbi al Real Madrid, con el encuentro sentenciado y aumentar la posesión.

Mariano (-): fue el último cambio para perder tiempo, entrando por Benzema al terreno de juego y sin oportunidad de aportar nada al derbi.