En el Inventario Andaluz de Georrecursos se incluye un amplio paraje situado al noroeste de la aldea de Las Lagunillas, que se destaca por presentar «un modelado exocárstico de la vertiente oriental de la Sierra de Horconera, constituida en su mayor parte por una sucesión carbonatada de calizas y dolomías del Lías inferior-medio, del Subbético Externo-Medio». Se denomina como Las buitreras de las Lagunillas y se dice en dicho catálogo que «la morfología exocárstica está representada por un campo de lapiaces muy irregulares, sobre los que resaltan salientes aislados, probablemente condicionados por una litología diferente (más o menos dolomítica). También hay cuevas en las paredes de los grandes resaltes».

Si miramos la aplicación de Google earth, comprobaremos que Las buitreras de Las Lagunillas abarca las laderas meridionales de la Sierra Horconera, incluyendo los barrancos de los arroyos de la Fuente de la Higuera y de Cañatienda, que sirven a su vez como vías de penetración hacia el Macizo de la Horconera, a través de los conocidos como puerto del Cerezo y Puerto Mahina respectivamente. Caminaremos hoy hacia el puerto del Cerezo desde Las Lagunillas y, más concretamente, hacia la antesala del mismo, que es el collado conocido como puerto de la Higuera o Paso de las Chozas.

Se inicia el itinerario desde la aldea de las Lagunillas, partiendo hacia el noroeste por la calle Toledo. Durante unos 300 metros, vamos a caminar entre viviendas de nueva construcción. Al finalizar las viviendas hay un cruce de caminos. Debemos tomar el de la izquierda, hacia el oeste, hasta llegar al cortijo El Llano, que se oferta como alojamiento rural.

Si seguimos en la misma dirección, desembocaremos en otro camino que también viene de la aldea y por el que seguimos hacia la derecha. El camino da una amplia curva hacia la izquierda, envolviendo un hermoso ejemplar de quejigo, que aparece en el catálogo de árboles singulares de Priego. Empezamos a percibir un pequeño desnivel a medida que avanzamos en dirección al cortijo de Los Petronilos, uno de los de mayor tradición como alojamiento rural de la comarca. El cortijo se encuentra en la divisoria hidrográfica que separa los arroyos de La Fuente de la Higuera y de La Esperilla, bajo el hermoso anfiteatro montañoso que describe el Macizo de la Horconera. En las inmediaciones de este cortijo se descubrió en 1996 un yacimiento del Paleolítico Medio, que, junto a otros situados al aire libre, constituyen actualmente los indicios más antiguos sobre la presencia del hombre en la comarca.

Al sureste del cortijo se localiza la fuente del mismo nombre, en la base de la ladera que vierte al arroyo de la Fuente de la Higuera, justo al pie de un pequeño afloramiento rocoso que debe corresponder a calizas del Jurásico medio o superior.

En vez de continuar por el camino que traíamos, que nos llevaría al cortijo Alto de Torres, nuestro itinerario exige un nuevo cambio, en este caso hacia la izquierda y oeste, para ir ascendiendo entre olivos de montaña hacia el peñón del Grajo, de 1.131 metros de altitud, que conforma las primeras estribaciones de la sierra de Rute por su vertiente sureste. Los olivos dan paso a un tupido matorral de tojo, jara blanca, matagallo, romero, retama e hiniesta, entre el que alzan buenos ejemplares de encina y algunos quejigos.

Si volvemos la vista atrás, disfrutaremos de buenas vistas de la aldea de las Lagunillas y, como telón de fondo, también algunas sierras granadinas y malagueñas, como Parapanda, Sierra de Loja, Sierra Nevada, Sierra de San Jorge, Sierra de Camarolos o Torcal de Antequera. Durante un breve trayecto también podremos contemplar, hacia el oeste, la Sierra de Rute, como una prolongación de la de Horconera, y el embalse de Iznájar. En dirección opuesta destaca la Tiñosa, separado de la Sierra Alhucema por el Puerto Mahina.