La reunión en Maranello de comienzos de semana viene calentita porque Sebastian Vettel, el piloto maduro y tetracampeón del mundo, se comportó y no es la primera vez como una adolescente frente a su compañero de equipo, un chico de 21 años, Charles Leclerc, que ha ganado más galones este fin de semana que con sus tres triunfos anteriores. La desobediencia del alemán a las órdenes de equipo, comenzó a complicar una carrera que dominaban con comodidad los dos Ferrari en cabeza. Demasiadas ventajas para que Mercedes no volviera a ganar en Sochi no ha vencido ningún otro equipo, con un doblete liderado por Lewis Hamilton que con su victoria numero 86 ya ha hecho sitio en sus vitrinas para la sexta corona mundial.

Estrategia de Ferrari

Ferrari pactó de antemano la estrategia en un circuito donde la pole casi nunca da la primera posición tras la primera gran frenada. El rebufo es brutal, así que entre los dos coches rojos se cocinaron la forma de que Lewis Hamilton, que arrancaba entre los dos coches rojos, no atacara al poleman Charles Leclerc. Así que fue Sebastian Vettel, arrancando por la parte limpia, quien tomó el rebufo de su compañero, que le abrió la puerta sin problema, para situarse líder. Los dos Ferrari en cabeza ya podían manejar la situación mejor. Ahora veremos en qué momento te devuelve la posición, le dijo Xevi Marcos, el ingeniero de pista a Leclerc.

Carlos Sainz, sexto

Aún mejor que Vettel arracó Carlos Sainz. Una espectacular arrancada le dejó pareado con Hamilton en la primera frenada, pero no arriesgó para ponerse tercero, aguantó en la cuarta posición, y tampoco luchó demasiado con Valtteri Bottas, porque su guerra era otra. Hamilton iba por dentro y poco podía hacer ante un Mercedes por fuera, pero orgulloso de mi salida, de haber pasado a Bottas, explicó el madrileño, sexto al final, sin más coche que acabar por detrás de los Mercedes, Ferrari y Red Bull.

Vettel se saltó el plan de Ferrari

Las cosas parecían muy claras en Ferrari para firmar el doblete, pero Vettel, como ya hacía en Red Bull con Mark Webber de compañero, comenzó a saltarse el plan. Le dieron la orden de dejarse pasar por Leclerc. Dejadme más vueltas, pidió el alemán primero. Que se acerque más a mi, repitió. Pero Leclerc se mantenía a un segundo para no machacar sus gomas. He hecho lo pactado, no sé que porque está pasando esto, se quejó Leclerc, que había prometido después de la última carrera en Singapur no ser vehemente por la radio.

El motor de Vettel dijo basta

Ferrari decidió esperar al pit stop para arreglar el lío, así que mandó entrar antes a Leclerc cuando la distancia era de cuatro segundos entre los dos Ferrari. Vettel, entonces, se quejó por radio de que sus gomas desfallecían para entrar antes en boxes de que Leclerc enjugara la diferencia con el Ferrari del alemán. Tu batalla es con Hamilton, le contestaron radicalmente por radio. Y le dejaron tres vueltas fuera antes de ordenarle ir a box. Regresó a pista por detrás de su compañero. Todo en orden de nuevo, aunque por pocas vueltas. El motor de Vettel dijo basta, lo aparcó en mitad de pista, entró el coche de seguridad y Ferrari optó por hacer entrar a Leclerc para colocar un tercer juego de gomas. Regresó a pista por detrás de los dos Mercedes y 20 vueltas por delante para intentar adelantarlos sin muchas posibilidades. Lo que deben analizar ahora en Maranello es si Vettel utilizó más de lo conveniente los mapas de motor más agresivos para distanciarse de Leclerc en la primera parte de carrera. El alemán conseguía la ventaja en el primer sector que es puro motor.El caso es que su motor dijo basta y el coche de seguridad no benefició a Leclerc que finalizó tras las dos flechas de plata porque Valtteri Bottas sí cumplió las órdenes de equipo para obstaculizar al Ferrari y dar margen a Hamilton. El inglés sumó su victoria número 86 que le octava del año que le conduce directamente a su sexto título..