Habían caído una gotas al inicio de la Q-3. Ocho de los diez coches clasificados salieron con neumático liso, y solo dos montaron el intermedio. Eran los dos Ferrari que,rápidamente, tuvieron que entrar al box para salir con lisos. Con el pie cambiado, Kimi Raikkonen y, sobre todo, Sebastian Vettel, fallaron en su primero intento justo en el mismo sitio, en la curva de “Spoon”. Y después comenzó a llover con más intensidad. Mientras Vettel y Ferrari van de error en error —el alemán arrancará noveno, ocho puestos por detrás de Lewis Hamilton—, el inglés cuajó una crono impecable después de dominar todas las sesiones libres del Gran Premio de Japón (07.10 horas, Movistar F-1 TV). El chico de Stevenage se anotó la pole número 80 de su carrera y cuenta los días para proclamarse pentacampeón del mundo de forma matemáticas.

“El equipo ha dado en el clavo con la estrategia”, dijo satisfecho Hamilton vencedor en cinco de las últimas seis carreras y con 50 puntos de ventaja sobre Sebastian Vettel. “El equipo lo hace todo perfecto. Es un honor correr para este equipo y con este equipo y nunca pensé que podía llegar a 80 poles”. El líder del mundial tiene muy claro porqué firmó su pole número 80 mientras Vettel arrancará noveno. “Es difícil tomar las decisiones adecuadas y no todos los equipos funcionan igual bajo presión, por eso nosotros somos tan fuertes”, concluyó el inglés.

Alonso, en la tónica de siempre

Hamilton llegó a Mercedes en 2013, tras dejar el equipo de su vida, McLaren, en una decisión que no todo el mundo entendió. Mientras Mercedes sumará este año su quinto título consecutivo, McLaren cerró una clasificación sonrojante. Los dos coches cerraron la cola de la clasificación, últimos, con la sensación de equipo cutre después de saber que un error inaceptable les dejo sin los neumáticos adecuados. La normativa marca que cada equipo debe decidir cuántos juegos quiere de cada compuesto unas semanas antes de la cita, aunque para las carreras que se celebran fuera de Europa, deben enviar la documentación a Pirelli 14 semanas antes. La fecha límite del GP de Japón coincidía con el de Bélgica, y a los muchachos de McLaren se les olvidó. Así que Pirelli adjudicó en Japón una selección por defecto a McLaren: cuatro juegos de neumáticos medios, cuatro de superblandos y cinco de blandos. Por eso, inicialmente, había sorprendido que McLaren no siguiera la línea de los demás equipos, que mínimo encargaron siete juegos de superblandos.

Fernando Alonso no pudo probar el superblando antes de enfrentarse a la clasificación, aunque tampoco hubiera cambiado mucho las cosas en el peor equipo de la parrilla con el motor Renault que les ha costado 150 millones de euros, mientras los Toro Rosso se metieron en Q-3 con el motor Honda y Gasly firmó una quinta plaza. “Aunque hubiéramos probado el superblando antes, hubiéramos quedado igual en un circuito donde se necesita un buen motor y gran eficiencia aerodinámica”, confirmó Alonso. “No nos hubiéramos movido de esta posición”, dijo en relación a cerrar la tabla de tiempos. “Es lo que que hay aquí y para el resto de las carreras que quedan”.

El papel de Sainz

Ese será el equipo y el coche que Carlos Sainz heredará la próxima temporada. De momento el madrileño pelea con Renault por intentar batir a rivales como Haas, Force India, Sauber.. “Estamos sufriendo en un circuito como este. Sabíamos que no éramos coche de Q-3, pero se podía haber hecho un poco mejor que decimoterceros porque di la vuelta definitiva con neumáticos usados. La lluvia nos pilló un poco desprevenidos”, concluyó Sainz