Lewis Hamilton está llamado a convertirse en una leyenda de la F1, si no lo es ya, puesto que a sus 35 años ha batido prácticamente todos los récords, se muestra comprometido con la vida, tanto dentro como fuera de las pistas, y afronta el futuro con tantas ganas como el pasado.

Igualó en Nurburgring las 91 victorias de Michael Schumacher y pronto, muy pronto, puede igualar sus siete títulos, pero estas son cifras que el inglés puede superar si tanto él como Mercedes siguen en esta forma.

Después de la carrera Mick, el hijo de Michael, le regaló uno de sus cascos, precisamente uno del 2012, el último año que corrió con Mercedes. Hamilton estaba emocionado porque "he crecido idolatrando a Michael, no solo en términos de su calidad como piloto sino como era capaz de mantenerse concentrado día a día y también por su empeño con el equipo", dijo.

"UNA QUIMIERA"

El piloto británico mantenía que "no tenía asimiladas" las emociones, que necesitaba tiempo "para analizarlo y asimilarlo, darme cuenta de lo que realmente significa", aseguró. "Crecí viendo a Michael ganar todos esos grandes premios y no podría haber imaginado igualarle. Creo que llegar a la Fórmula 1 fue el primer paso del sueño y, obviamente, emulando a Ayrton. Pero Michael estaba muy por delante. Hubiese sido una quimera pensar que le igualaría".

En cuanto a Michael Schumacher, Lewis hacía hincapié en que "todo el mundo sabe que es una leyenda y un icono del deporte. En todas las áreas. Fue un pionero en ser el piloto mejor preparado físicamente y lo que hizo en los dos equipos en los que estuvo, particularmente en Ferrari, fue simplemente notable. No es nada fácil. Desde tu primera victoria hasta la 91, te digo que ha sido una carrera larga y dura. Michael es y siempre será una leyenda del deporte".

UN RÉCORD GENIAL

Tiene claro que alcanzar la cifra de 91 victorias no significa un alivio, que quiere más y ahora "estoy pensando en todas las personas que me han ayudado a llegar hasta aquí, las que han hecho el viaje junto a mí. Por supuesto, el récord es genial, pero creo que lo que hemos hecho colectivamente. Estoy agradecido a Mercedes por darle una oportunidad a un joven negro cuando tenía 13 años y por apoyarme todo el tiempo".

Por otro lado, Hamilton recalca que "es imposible decir cuál fue el momento más difícil en todo este viaje porque todos pasamos por múltiples momentos complicados, particularmente cuando se trata de tomar decisiones importantes. Elegir mudarme a Mercedes no fue fácil... pero sabía que era la decisión correcta. Salir de McLaren-Mercedes, donde llegué con 13 años, fue muy difícil. Pero todavía estoy con Mercedes, cada victoria y cada carrera que he hecho ha sido impulsada por Mercedes y por eso estoy increíblemente agradecido".

AMOR REAL

En cuanto a sus límites, al futuro, el piloto británico, que lidera el campeonato con 69 puntos de ventaja sobre Bottas, comentaba: "Seguiré hacia delante y buscaré nuevas metas y veremos de qué soy capaz. Tengo al mejor equipo detrás. Uno pudiera pensar que después de tanto tiempo nos cansaríamos el uno del otro, pero no es así, hay un amor real entre nosotros. Además, me encanta hacer lo que hago. Amo los desafíos. Sé que pasan los años, pero me siento tan joven como el que más; al menos, en espíritu. Sigo siendo un niño cuando estoy fuera de las cámaras".

Por último, de las 91 victorias, destacaba la primera. Lewis Hamilton recuerda que "es inolvidable porque consigues algo nuevo. Eres un niño y sueñas con estar allí. Cuando gané la primera carrera sentí que finalmente había llegado a la cima de la montaña", concluyó.