Monza apenas cuenta con una curva, la parabólica, donde marcar diferencias; en Spa hay que contener la respiración en dos giros: Eau Rouge y Puhon. Hay que irse hasta Japón para intuir algo similar, aunque nada se puede comparar a la serie de anchas y planas curvas enlazadas que forman Copse, Maggotts, Becketts y Chapel. No hay otra serie tan rápida en el mundo, donde resulta imprescindible un piloto con enorme talento y un monoplaza perfectamente equilibrado para bailar de un lado a otro con precisión milimétrica y un “flow” que enamora a los pilotos. Es lo que hace a Silverstone tan especial, es lo que transporta a los pilotos a un éxtasis particular que dejó a los tres primeros clasificados de la parrilla en menos de una décima.

Valtteri Bottas se llevó la 'pole', la décima de su carrera, frente a Lewis Hamilton ante 120.000 espectadores que lo idolatran desde su debut en 2007. Desde entonces ha coleccionado 86 'poles', más que nadie en la historia, aunque seguro sumará más camino de su sexto título. “No lo hice suficientemente bien. He cometido un error en el primer intento, y la segunda no he sido suficientemente rápido. Es el mejor gran premio de la temporada por la energía que me transmite. Es el mejor trazado, pero no sería bastante sin esta gente”, explica el chico de Stevenage.

Todo en un pañuelo

A sus 34 años, a Hamilton le toca batirse contra su compañero, y contra la nueva generación, esa de los 21 años de Max Verstappen y Charles Leclerc. El monegasco estuvo a punto de lograr su segunda 'pole' consecutiva, pero unas milésimas le dejaron tercero. Entre Bottas y Leclerc está Hamilton y solo 73 milésimas de segundo. “En la Q3, Mercedes ha sido más fuerte. El tercer lugar era o mejor que podía hacer”, dijo Leclerc, contento por haber batido por varias décimas a su compañero Sebastian Vettel. “Nunca encontré el ritmo”, confesó el alemán que partirá sexto.

Ferrari arrancará con blandos —esa errónea estrategia le costó el triunfo en carrera dos semanas atrás en Austria— mientras que Red Bull y Mercedes partirán con las gomas medias, más duraderas. Así que todo indica —a no ser que la lluvia haga acto de presencia— que el triunfo será cosa de los dos Mercedes, entre los que Bottas ha sabido robarle a Hamilton la que hubiera sido la séptima pole de su trayectoria en casa. “Te sientes muy bien y eso justifica todo el trabajo. Estoy contento de que el primer intento haya sido suficiente porque es muy difícil hacer dos vueltas buenas segundas”, afirmó el finlandés.

En mitad de una evolución aerodinámica, Carlos Sainz cayó de forma algo inexplicable a la decimotercera posición, mientras que Lando Norris, su compañero, partirá octavo.