El límite entre los términos de Priego de Córdoba y Fuente Tójar, al norte de éste último, lo marca una vía pecuaria denominada colada del Cañuelo y Vado de Priego, en el río Caicena, denominación que induce a error, toda vez que el vado de Priego está en el río San Juan y no en su afluente, el río Caicena, que le entregó sus aguas cinco kilómetros antes de llegar al mencionado vado. Esta vía pecuaria es hoy un camino terrizo que se adentra entre las lomas cubiertas de olivos en dirección a la población jiennense de Alcaudete, y debió constituir una importante vía de comunicación entre las dos provincias, como podremos comprobar por los vestigios de distintas épocas que jalonan su recorrido.

Proponemos recorrer el tramo situado entre la aldea de El Cañuelo y el vado de Priego, en el límite provincial, de unos siete kilómetros. Desde El Cañuelo, debemos tomar el camino por el que se continúa a la calle Priego, que atraviesa dicha aldea de sur a norte. Poco después pasaremos por un túnel bajo la nueva variante de la carretera A-333, que circunvala El Cañuelo por el este, y continuamos rodeando el cerro de la Mesa de Fuente Tójar por el oeste.

El camino, que aparece delimitado por muros de piedra en algunos tramos, atraviesa posteriormente la carretera A-3225, que conduce a Fuente Tójar, y avanza algo desdibujado por los Llanos de Zamoranos. En la base de datos del Patrimonio Inmueble de Andalucía, aparece un yacimiento clasificado bajo la tipología asentamientos de Edad del Hierro II-Iberos y época romana, con la denominación Llanos de Zamoranos, donde se dice que hay noticias sobre la destrucción de un pavimento de opus spicatum, y se encuentran abundantes fragmentos de cerámica común, terra sigillata y tegulae, así como de cerámica campaniense.

Al llegar al cortijo de El Llano se atraviesa la colada del Camino Real de Granada, que viene de Campo Nubes en dirección a La Rábita. En el ángulo formado por ambas vías pecuarias se localiza el cerro de la Taberna, donde se han encontrado abundante representación de la cultura material neolítica, aunque lo que más llama la atención son los vestigios de la guerra civil que allí se encuentran, y de los que hablaremos más adelante.

Al llegar al cortijo del Piojo se incorpora por la derecha una vía pecuaria que viene desde fuente Tójar. Se denomina colada del camino del Postillo, y está asfaltada en todo su recorrido. Después de pasar por el descansadero de las Suertes del Rey, el camino se bifurca. El ramal de la izquierda conduce al cortijo El Romeral y por el de la derecha llegaremos al vado de Priego, final de nuestro recorrido, donde encontraremos uno de los paisajes más espectaculares de Priego de Córdoba. El camino desciende hasta el profundo valle excavado por el río San Juan. La margen izquierda forma una ancha vega formada por los depósitos aluviales del río, donde se han sembrado hileras de olivos. Por detrás del cordón pardo de tarajes, cañas y álamos, se levanta, en la otra margen, una impresionante pared de margas yesíferas que muestran un atractivo colorido pardo rojizo y numerosas grietas y oquedades.

En un suave montículo que cae con una fuerte pendiente sobre el curso fluvial del río San Juan, situación que le confiere el dominio y control del paso natural que constituye el Vado de Priego, se ubica un importante yacimiento denominado Los Difuntos, cuya ocupación abarca un período bastante amplio que va desde, al menos, el Período Calcolítico, pasando por el Horizonte Tartésico o Período Orientalizante y concluyendo en el Ibérico Antiguo, convirtiéndose en un punto estratégico, en conexión visual con otros yacimientos contemporáneos. La importancia estratégica de este vado se reafirma en épocas posteriores y en una loma situada a 529 metros, al otro lado del río, ya en la provincia de Jaén, se distinguen los restos de una atalaya de época nazarí.