Para hacer lo que hace Tomasito hay que servir. Más que eso, hay que nacer así, eléctrico, enjuto, con verbigracia tronera. Hay que saber estar en el mundo, el artístico, comprendiendo que todo le puede servir, como la esponja que acapara, absorbe y suelta lastre a borbotones de tronío. Y quizás hay que hacerlo en el barrio de Santiago, el seno puro del Jerez genuino, la meca flamenca por excelencia, para saborear el riesgo en primer plano.

Entre tanto arte de escuela flamenco-callejera, en lo que es el Flamenco en sí, destacar es cuestión de cuna más que de propósito, y el gen de Tomás Moreno Romero es de esos vacilones, pero vacilones de verdad. Si hay alguien que rebote pirotecnia en el escenario sin quemarse ni un dedo del pie, ese es Tomasito, capaz de disfrazar de bulería el anuncio de mister Proper, o Agradecido, uno de los éxitos del gran Rosendo Mercado; de marcarse un baile made in Tomasito, entre el zapateado y el break dance rozando el borde de lo friki, y poner en pie auditorios como el del prestigioso Royal Albert Hall, o de hacer que el heavy o el punk se interesen por esa especial cuña flamenca espectacular que se balancea entre todos ellos y que Tomasito viste de gala y de casa cuando le parece.

Su tío, el jondo Diego Cortés, ya se lo llevó de gira alguna vez, revolucionando el escenario. Lola Flores también se acordaba de él cuando quería gloria de fiesta. En Córdoba, Queco estuvo a su lado de grabaciones. Ocho discos ya en el mercado, fruto de más de veinte años de profesión, y despertando el interés de gente importante que le apoya, como Chano Domínguez, Miguel Bosé o Fernando Trueba. Aun así, tuvo tiempo para formar el G-5, un supergrupo de gente afín como Kiko Veneno, Delinqüentes o Muchachito Bombo Infierno, y seguir con su particular duende con mil proyectos en marcha, ya sean del calibre de grandes escenarios por el mundo, como tocar en plena calle. Tomasito es arte y alegría.

Nacido en 1969, se mudó a Madrid en la década de los ochenta, donde comenzó a actuar al lado de algunas de las cantaoras flamencas más importantes. En la década de los noventa publicó Camino del Hoyo, su canción más famosa hasta ahora. Además, de esta década datan algunos de sus discos más importantes, como Torrotrón (1993) o Tomasito (1996). En la década de los 2000, después de su etapa con el grupo G-5, forma en el 2013 La Pandilla Voladora, otro encuentro de grandes nombres como Lichis, Muchachito Bombo Infierno, Albert Pla, El Canijo de Jerez, Diego Cortés y el propio Tomasito, un explosivo cóctel lleno de rumba, rock, sorna callejera, experiencia, locura y mucho humor, y graban Del Deporte También Se Sale. El último trabajo del flamenco es Ciudadano Gitano (2017). Con él y lo más representativo de su trayectoria, Tomasito llega de nuevo a Córdoba para otra descarga de su enérgica y ecléctica flamencología de calle.

Ambigú la Axerquía / Sábado 23 / 22.00 horas